Venezuela refuerza la cooperación militar con Rusia

Ante el incremento de las amenazas norteamericanas contra Venezuela -que incluyen la posibilidad de una intervención directa del Pentágono contra el país caribeño- el gobierno de Maduro está reforzando sus lazos militares con paises enfrentados a EEUU, especialmente con Rusia, pero tambien con otras potencias emergentes como China, Turquía o Irán. En este contexto de tensión, dos bombarderos rusos han realizado maniobras militares junto a la aviación venezolana.

En la grave y duradera crisis que vive Venezuela es importante ordenar con claridad la jerarquía de responsabilidades. Podría resumirse así: el gobierno de Maduro está cometiendo graves errores en el tratamiento hacia su propio pueblo, pero la desestabilización política permanente, la crisis y las penuria económica y la contínua amenaza hacia la paz vienen única y exclusivamente de la superpotencia norteamericana.

Se puede y se debe señalar los déficits democráticos del gobierno bolivariano. Pero es de todo punto obligatorio denunciar en primer lugar las amenazas, las maniobras desestabilizadoras y las contínuas injerencias de los EEUU en Venezuela, que tienen como objetivo conseguir lo que ya han logrado en Argentina o Brasil: tumbar a un gobierno antihegemonista para sustituírlo por un ejecutivo sumiso y lacayuno ante los intereses de Washington.

Venezuela lleva veinte años en el punto de mira de la superpotencia yanqui. Pero las amenazas contra Caracas han subido de grado con la llegada al poder de Donald Trump, un presidente que no ha ocultado sus intenciones de llevar a cabo una intervención armada directa contra el país caribeño, con la colaboración del gobierno colombiano de Iván Duque (y seguramente ahora también con la participación del ultraderechista ejecutivo brasileño de Bolsonaro). Washington y la oligarquía criolla, no cejan en su estrategia de “golpe blando” -la combinación de guerra económica y desabastecimiento, el bombardeo mediático, el boicot político e institucional y la violencia callejera- para derribar al gobierno de Maduro. Pero llegado el momento podrían recurrir al golpe militar “duro”.

La desestabilización interna se completa con una campaña de “aislamiento imperial” en el plano internacional que la superpotencia y sus aliados buscan imponer al país caribeño. Ni la Administración Trump ni la Unión Europa reconocerán a partir de enero el Gobierno de Maduro, por considerar que las elecciones de mayo fueron fraudulentas (a pesar de que los observadores internacionales, entre ellos el ex-presidente español Zapatero, avalaron su limpieza).

Es en este contexto de extrema gravedad y amenaza para Venezuela en la que el gobierno bolivariano trata de defenderse, reforzando las relaciones políticas, económicas, comerciales y militares con sus tradicionales aliados, y buscando nuevos socios en el plano internacional.

Reforzando la cooperación militar con Rusia

Venezuela está reforzando unos vínculos militares con Rusia que vienen de largo: la iniciaron Hugo Chávez y Vladimir Putin en 2005, pero el recrudecimiento de las amenazas y las maniobras desestabilizadoras de EEUU contra Venezuela ha hecho que Maduro intensifique los lazos militares con Moscú.

En clara clave de advertencia geopolítica frente a Washington, una poderosa dotación militar rusa -entre ellos dos sofisticados bombarderos nucleares Tupolev Tu-160 de última generación- ha hecho durante cinco días maniobras conjuntas con las fuerzas armadas venezolanas.

Estas maniobras se producen una semana después de que el presidente venezolano Nicolás Maduro realizara una nueva visita a Rusia en la que cerró acuerdos de inversión por más de 6.000 millones de dólares, además de un contrato para el mantenimiento y la reparación de armamento.

Los lazos entre Caracas y Moscú no se limitan al plano castrense. En 2017 la petrolera rusa Rosneft firmó un acuerdo con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para la explotación del crudo venezolano, a cambio de un pago adelantado que permitió al gobierno de Maduro amortizar la deuda externa. Además, Moscú ha enviado recientemente a Venezuela 250.000 toneladas de trigo que han contribuído a aliviar la crisis económica del país.

Rusia -heredera de la superpotencia soviética, trata de una potencia imperialista, agresiva y poseedora de un enorme poder militar, y que se guía por sus propios objetivos de explotación y control- tampoco da puntada sin hilo, y su “ayuda” debería ser tomada con cautela. El Kremlin tiene gran interés en continuar utilizando los aeródromos y puertos del país caribeño para sus buques de guerra y aviación militar.

Caracas lucha por escapar del aislamiento imperial.

El gobierno venezolano lleva varios meses intensificando su agenda internacional para cerrar acuerdos políticos, económicos y comerciales con otros países y potencias emergentes. A los ya mencionados con Moscú hay que añadir los recientemente alcazados con el gobierno de Turquía. Maduro y Erdogan acaban de firmar acuerdos por más de 5.100 millones de dólares.

Unos meses antes, en septiembre, el viaje de Maduro a China se saldó con la firma de 28 acuerdos de cooperación que impulsarán la economía y desarrollo de ambos países en los próximos años en materia de petróleo, minería, seguridad, tecnología y salud.

Rusia no es el único país con quien Venezuela mantiene acuerdos de cooperación militar. Tras la marcha de los bombarderos de Moscú, el gobierno venezolano recibirá una flota de Irán, compuesta de dos o tres naves —con capacidad de portar helicópteros, lanzar torpedos y derribar aviones— cuya misión podría durar cinco meses.

One thought on “Venezuela refuerza la cooperación militar con Rusia”

  • COMANDANTE ETERNO dice:

    Hola!: la posición debe ser la de denunciar a la buroburguesía al mando (por encima de que Maduro sea del pueblo) en connivencia con la burguesía comercial venezolana, y ambas realizando negocios cr con el Imperio a costa de los venezolanos. Estar contra el Imperio es denunciar el cambio de carácter de clase en el Poder desde hace años. No se trata fundamentalmente de errores cometidos por Maduro ni tampoco de «desviacionismo» en relación al chavismo, sino de anti-chavismo al mando hoy.

Deja una respuesta