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Estamos ante el manual clásico de desestabilización de Washington. Intentando dar un golpe de Estado en Venezuela que acabe con una revolución que ha conquistado cotas de independencia antes impensables.
Su labor de investigación ha desmontado algunas manipulaciones muy burdas.
Como la de un tuitero opositor que divulgaba una foto de un de supuesto estudiante venezolano golpeado por “fascistas asesinos” del PSUV –el partido que Chávez fundó-. En realidad, esa foto correspondía a Unai Romano, joven retenido, golpeado y torturado en 2005 por la policía española.
Otra tuitera opositora, Daniela Frías, divulgaba una foto de una supuesta estudiante venezolana a punto de llorar, tratando de abrazar a un policía. ”Tú y yo somos venezolanos, mi pana”, dice el texto del tuit. En realidad, la imagen correspondía a hechos ocurridos en Bulgaria en el año 2013.
Podríamos seguir con la imagen de una supuesta estudiante venezolana tomada por el cuello y siendo arrastrada por guardias nacionales, que la oposición difundió con la consigna de : “Que esta foto dé la vuelta al mundo”…. Cuando en realidad la imagen correspondía a estudiantes reprimidos en Chile en octubre de 2011.
Todas las denuncias de la “brutalidad del chavismo” están repletas de montajes tan groseros como estos. Pero que sin embargo llegan a todo el mundo porque el hegemonismo norteamericano los difunde.
Las mentiras contra la revolución venezolana no terminan aquí. Los grandes medios españoles denuncian que el gobierno venezolano “ha ordenado que se encarcele a un dirigente de la oposición”.
Se trata de Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular, que ha sido acusado por los jueces de promover y dirigir los disturbios que se saldaron con tres fallecidos, decenas de heridos y detenidos, destrozos generalizados en la fachada de la Fiscalía General de la República y varios vehículos de la policía científica destrozados.
¿Víctima de la “lucha contra la tiranía”… o un fascista cuyo lugar es la cárcel?
Y que contó con el amparo de Washington. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha denunciado que el subsecretario de Estado adjunto de EEUU para América Latina, Edward Alex Lee, convocó en Washington al embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Para “comunicarle algunas exigencias”. Entre ellas estaba la de suspender la orden judicial de captura contra López so pena de enfrentar graves consecuencias “con ramificaciones internacionales”.
La respuesta del gobierno venezolano ante esta provocación fue ordenar la expulsión de tres funcionarios consulares de la Embajada de Estados Unidos en Caracas. Los servicios de inteligencia venezolanos venían siguiéndole los pasos a los diplomáticos norteamericanos, a quienes acusaron de incentivar la subversión en universidades privadas.