Hace ya un par de años un matrimonio leonés hicieron un anuncio similar ofertando un riñón por una casa, a razón de una precaria situación económica en la que se encontraban por una reforma que había provocado ya su derrumbe.
Ahora mismo odemos hablar ya de una treintena de residentes en España a ofrecer sus órganos a través de Internet para pagar deudas u evitar desahucios.Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Transplantes asegura que estos anuncios son hechos aislados, muchos de “individuos que sólo quieren llamar la atención “ porque “piden sumas de dinero muy por encima del precio del mercado negro- donde se puede comprar un riñón por 5000 euros- y no ofrecen un centro donde someterse a la operación”.Esto por ahora seguramente sea así. Pero no deja de producir escalofríos el mismo hecho de que en un momento de situación económica donde la venta de tu fuerza de trabajo, emplearse, no es posible por el alto porcentaje de paro que existe o en su caso no es renumerada lo suficiente para tener garantizadas tus necesidades, para que lleve a individuos ha plantearse vender partes de su mismo cuerpo. Es una prostitución extrema.Prostitución que depende donde la realices, tiene un valor u otro según lo realices: un riñón en Sudáfrica cuesta 500 euros, 6000 euros en Perú y hasta 22.000 euros en EE.UU.