La sexy alienígena originaria del planeta Draculón se convirtió en un mito erótico para los adolescentes y seguidores del cómic de principios de los años 70. El responsable de su creación, el barcelonés José González, nacido en 1939, logró hacerse un nombre en el panorama internacional, especialmente en los Estados Unidos, donde siempre fue mucho más reconocido que en nuestro país. Grandes genios de los pinceles, como Frank Frazetta, retrataron también a esta mujer explosiva durante una década en la que los tebeos se encontraban en los kioscos y no en las librerías, y los autores españoles tenían que buscarse la vida fuera de nuestras fronteras.
González se convirtió en un exerto en la composición de mujeres explosivas y voluptuosas y en 1976 ganó el Premio Special Award for Excelence. González tuvo además de Vampirella a otros personajes destacados en mercados tan variados como el holandés o el alemán: Pamela, Valentina o Mirabelle, mientras que en España su firma se pudo ver tanto en tebeos románticos femeninos del sello Toray, como en las páginas de la desaparecida revista CIMOC.Desafortunadamente en los últimos años su figura se había visto eclipsada por la de creadores más jóvenes, y el mundo editorial le había hecho, consciente o inconscientemente, un injusto vacío. En este sentido, editores como Rafael Martínez, gerente de Norma, – para la que González trabajó durante más de una década en los años 80, y en la que ha colaborado posteriormente- preparan, con cierto sentimiento autocrítico, un homenaje póstumo en el próximo Salón Internacional del Cómic de Barcelona. El evento, previsto para la última semana del mes de mayo, podría incluir una exposición con los originales que su editorial le encargó durante años.Además de su dilatada experiencia en el mercado internacional de la historieta, González también destacó como retratista. La habilidad de la que hacía gala con los pinceles y los acrílicos, fue puesta al servicio de los rostros más famosos, entre los que destacan sus trabajos sobre los mitos hollywoodienses: Ava Gardner, James Dean o Marilyn Monroe. Precisamente esta fue la faceta a la que se dedico durante los últimos años de su vida, incapaz de crear obra propia.El mejor homenaje que González recibió en vida se lo otorgó el prestigioso dibujante Carlos Giménez, que le convirtió en personaje de su obra “Los Profesionales”, dedicada a contar las vicisitudes por las que pasaron los dibujantes de cómic españoles de su época. El mundo de la historieta –nacional e internacional- está de luto.