Las constantes bajadas del tipo de interés y del euribor son publicitadas con alborozo por todos los medios. «Su hipoteca bajará 140 euros al mes», afirman. Pero una cosa es la «verdad oficial», y otra muy diferente la que debemos padecer en el mundo real. Durante los años en los que los tipos de interés se situaron por las nubes nos obligaron a abonarlos religiosamente. Ahora que descienden drásticamente, la banca cobra unos intereses dos, tres o siete veces por encima del tipo de interés oficial. Usura a gran escala, legalizada, amparada y permitida por el gobierno.
Lo llaman “naturaleza rocíclica de los tipos de interés”, pero en realidad quieren decir atraco a mano armada de los bancos. Cuando la economía crece, los tipos de interés suben, y los bancos se ajustan a ellos, encadenándonos al crédito, hasta el punto de tener que dedicar más de la mitad de nuestra nómina a pagos financieros. Pero cuando estalla la crisis y los tipos de interés bajan, los bancos, para mantener sus beneficios, añaden varios puntos al tipo de interés oficial. En diciembre del pasado año, el euribor se situaba en el 3,45% pero los tipos de interés reales que debíamos pagar si queríamos contratar una hipoteca estaban en el 5,83% -más de cinco veces la inflación-. En enero la cosa no cambió demasiado. El euribor descendió hasta el 2,27%, pero los tipos de interés que los bancos nos obligaban a pagar seguían estando en el 5,71%. Ausbanc, la asociación de usuarios de bancos, denuncia que éstos cogen muchas veces como referencia para las nuevas hipotecas el euribor de varios meses atrás, endosándonos unos intereses muy superiores a los establecidos en ese momento. Para cualquier otro crédito, por ejemplo para comprar un coche, la cosa el atraco es mucho mayor, aplicándonos unos intereses del 8,78% -más de cuatro veces el precio del dinero oficial del BCE-. Y si a usted se le ocurre incurrir en un descubierto en su cuenta, el interés que le cobrará el banco puede llegar a la usurera cifra del 13,43%, ¡siete veces el tipo de interés oficial! Las empresas no reciben de los bancos un tratamiento mucho mejor que las familias. Les aplican un interés del 4,87% -2,5 veces el oficial-. Y si el préstamo es de menos de un millón de euros –los que solicitan las pymes- el interés aumenta hasta el 5,91%. También el gobierno se suma a la vieja práctica de la usura. La Agencia Tributaria cobra un 7% como interés de demora en los pagos a Hacienda (más del triple de lo que marca el BCE).