Uribe excluye a Colombianos por la paz

Uribe la firmeza de un paramilitar

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se negó a que la senadora Piedad Córdoba participara en la liberación del cabo Moncayo, anunciada unilateralmente por las FARC y precisó que sólo la Cruz Roja Internacional y la Iglesia católica podrán mediar puesto que el Gobierno no permitirá un «festí­n politiquero».

El anuncio lo ofreció el mandatario este sábado, durante un consejo comunitario de Gobierno que encabezó en la localidad de Facatativá, vecina a Bogotá, donde calificó el roceso de liberación como «una campaña polí­tica» y «un espectáculo».Al mismo tiempo resaltó que «la única institución que queda autorizada para avanzar en ese proceso es la Cruz Roja Internacional, que se puede ayudar, si a bien lo tiene, de la Iglesia católica».Este Gobierno, continuó, «no va a seguir permitiendo que las FARC les dé impunidad, les dé motivos de impunidad, con ropaje humanitario, a personas que deberí­an estar en la cárcel, al tiempo que consideró que esas personas son elementos de la ‘farcpolí­tica’. Ese jueguito con nosotros, no. Ese jueguito con el paí­s, de ninguna manera».»Que vengan esas presiones del paí­s, de la comunidad internacional, de la crí­tica, de la oposición. Que disfracen esas presiones como quieran, pero, compatriotas, firmeza, firmeza, firmeza», insistió.El anuncio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se produjo a mediados del mes en curso, donde solicitó la mediación de la senadora colombiana Piedad Córdoba, para liberar al hijo del profesor Gustavo Moncayo, mejor conocido como el »caminante de la paz».Estas delimitaciones de participación en las liberaciones son asumidas precisamente en el momento en que se gestiona la logí­stica para la liberación -anunciada de manera unilateral por la guerrilla- del cabo Pablo Emilio Moncayo, quien lleva más de 11 años retenido.Precisamente el profesor, Gustavo Moncayo, padre del suboficial Pablo Emilio Moncayo, habí­a solicitado la ví­spera al presidente colombiano, su colaboración para que la liberación de su hijo se diera sin ningún inconveniente y para que cesaran las hostilidades en la zona y así­ facilitar las labores. Moncayó señaló que «si hay una verdadera voluntad de paz en Colombia, pido al presidente Uribe que cesen las actividades militares en la selva, para que mi hijo pueda salir libre».Moncayo se refirió con estas declaraciones a las operaciones militares del Ejército colombiano que se están presentando en la zona donde se encuentra su hijo.Recientemente, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, coincidió en las palabras del mandatario de este sábado, al precisar que «no se permitirí­a un show mediático en la puesta en libertad de Moncayo».En respuesta, Córdoba, que ha dirigido diversas liberaciones que han concluido con éxito, respondió que no serí­a al estilo de la «Operación Jaque», en referencia al desarrollo de una operación militar en la zona donde se encuentra Moncayo, similar a la que se llevó a cabo para liberar a Betancourt.En la «Operación Jaque» fueron rescatados por el Ejército en julio del año pasado once uniformados, tres estadounidenses y la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, acción que fue ampliamente difundida por el Gobierno quien incluso divulgó sus preparativos posteriormente en un documental.La reciente liberación de rehenes fue para el Gobierno un intento de la guerrilla para ganar espacio polí­tico y recuperar su imagen internacional. Las FARC aseguraron que fue un gesto para destrabar el camino hacia un acuerdo de canje.Las FARC están redefiniendo su estrategia polí­tica y militar por dos razones fundamentales: la primera, el embate militar envuelto en el Plan Colombia, que no solo implica un esfuerzo militar sino una campaña de desprestigio internacional contra la insurgencia; y la segunda, la muerte de ‘Tirofijo.Tras la muerte de Tirofijo parece vislumbrarse un cambio generacional y puede que un abandono de las posiciones Bresnevianas y social fascistas en las FARC. Por otro lado el gobierno de Uribe continua torpedeando una solución al conflicto, precisamente por que a EE UU le sigue interesando mantener el plan Colombia y su presencia militar en la zona. Al gobierno de Uribe parece que le interesa mas considerar a los rehenes como mártires en su cruzada, que permitir un canje humanitario.Es claro que la posición del gobierno de Uribe, es continuar con su polí­tica de» seguridad democrática» y el plan Colombia, ambas impuestas por EE UU. Que no significan otra cosa que paramilitares, matanzas indiscriminadas, cientos de miles de desplazados, mercenarios de la CIA con impunidad absoluta, eso es la polí­tica de Uribe. Una iniciativa popular como es Colombianos por la paz, no le interesa a Uribe y a la Oligarquí­a vendepatrias a la que representa. El proyecto de EE UU para la zona sigue siendo utilizar el plan Colombia para establecer un control militar en la zona extendiéndolo a Ecuador Perú. Utilizando la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla como excusa.Una Colombia sin conflictos militares, la cual pueda dar un giro a un gobierno de izquierda antihegenonista no entra en los planes de Washington.

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