Rosa Díez, la diputada y portavoz de UPyD, durante la sesión de control en el Congreso, ha solicitado al presidente del Gobierno que cumpla su promesa electoral y lleve adelante la modificación del régimen electoral para impulsar una nueva ley «más representativa, justa e igualitaria, siguiendo las recomendaciones del Consejo de Estado expresadas en el informe sobre las propuestas de modificación del régimen electoral general del día 29 de febrero de 2009». La actual ley electoral, basada en normas franquistas, propicia un bipartidismo férreo que impide la justa representación del resto de los partidos nacionales con menor desarrollo y favorece la de los partidos nacionalistas que concentran sus votos en una sola autonomía. Hay que cambiarla para que cada voto valga lo mismo independientemente del partido al que se vote y de la comunidad en la que se vote.
Los datos de las últimas elecciones, que aortó Rosa Díez durante el debate, son contundentes: el PSOE necesitó 66.801 votos para lograr un diputado; el PP 66.740; Izquierda Unida 484.973 y UPyD 303.535 sufragios. Claramente, “PP y PSOE se benefician injustamente de esta ley, basada en normas franquistas”, en palabras de la misma Rosa Díez. UPyD considera la reforma electoral “democráticamente urgente y constitucionalmente posible”. La diputada de UPyD denunció que ninguno de los dos grandes partidos está realmente dispuesto a cambiar lo que es una “injusticia histórica” porque “son los principales beneficiados, son los que más se benefician injustamente de esta ley electoral” que piensa en los territorios y no en los ciudadanos. Es un objetivo básico de la regeneración democrática poner fin al control sobre las instituciones del Estado que una pequeña casta política –lo que se ha dado en llamar la “partitocracia”– ejerce sobre el modelo político español. Lo que requiere de una reforma constitucional que profundice la democracia, transforme y mejore el actual modelo político para hacerlo mucho más representativo y que permita a los ciudadanos ejercer un control efectivo sobre sus representantes elegidos. No es la primera vez que UPyD plantea la reforma de la ley electoral. Rosa Díez presentó en abril de 2008 una proposición de ley para modificar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. El Consejo de Estado es la única institución que ha entrado en el fondo de la cuestión, recomendando aumentar a 400 el número de escaños del Congreso para reforzar la representación de los partidos minoritarios de ámbito estatal. A lo que podemos añadir que fuera en circunscripciones electorales con un censo máximo de 90.000 votantes. Y que cada uno de los diputados respondiera de esta forma directamente ante los votantes de su circunscripción y no ante la cúpula de su partido que lo ha colocado en la lista en un puesto elegible. Reforma electoral a la que habría que unir otras medidas de regeneración democrática como el control y fiscalización por los votantes de los representantes que han elegido mediante asambleas de electores; la regulación constitucional del sistema de referéndum, tanto nacionales, autonómicos, municipales o de circunscripción, como uno de los medios más directos y representativos de la participación democrática de los ciudadanos en la vida política del país; una nueva ley de financiación de partidos y sindicatos basada en el principio democrático de la autofinanciación; que las cuentas de todos los organismos del Estado, así como la de los cargos electos y altos cargos de la administración, deban ser abiertas, detalladas y públicas; y una ley específica que trate a la corrupción y a los corruptos como uno de los más graves delitos penales, puesto que atenta contra el patrimonio público, el dinero que es de todos.