Selección de prensa nacional

Uno de los nuestros

Como otras veces, ETA ha cortado en seco las especulaciones sobre una supuesta tregua tácita que estarí­a manteniendo para facilitar el propósito anunciado por Otegi de lanzar, a comienzos de otoño, su «polo soberanista», especie de nuevo Pacto de Lizarra pero ahora sin el PNV.

EL PAÍS. ETA es caaz de matar, pero hacerlo no le sirve ya para hacer avanzar esa "estrategia político-militar" de la que todavía hablan sus teóricos de corbata. En eso consiste su derrota. EXPANSIÓN. Cambio de estrategia para Aguas de Barcelona (Agbar). El mayor grupo español de distribución de agua podría pasar en los próximos meses a manos francesas si La Caixa acepta la oferta de compra de Suez Environnement para hacerse con el control absoluto de la compañía. Editorial. El País UNO DE LOS NUESTROS Eduardo Puelles, policía nacional adscrito a la brigada antiterrorista de la Comisaría de Bilbao, pereció ayer abrasado por las llamas provocadas por la bomba que ETA había colocado en su coche en un aparcamiento de la localidad de Arrigorriaga, donde residía con su familia. Es el primer atentado mortal desde la toma de posesión del nuevo lehendakari, el socialista Patxi López, cuyo Gobierno fue declarado "objetivo prioritario" por la banda. En una breve y directa declaración, López calificó ayer a la víctima como "uno de los nuestros": alguien que trabajaba "por garantizar la seguridad y la libertad" de los vascos. Uno de los nuestros: la deslegitimación de ETA es en primer lugar la legitimación de quienes la combaten desde la legalidad democrática, con policías y jueces a la cabeza. Pasaron los tiempos en que un manto de silencio temeroso despedía a las víctimas pertenecientes a las Fuerzas de Seguridad. Se lamentaba su muerte, pero sin ese reconocimiento tan gráficamente expresado por el nuevo lehendakari. También pasaron los tiempos en los que la condena de los atentados se ponía en el mismo plano que la de la negativa a reconocer el "derecho a decidir". Ayer, todos los partidos (menos uno) estuvieron a la altura que requería el brutal atentado, y fueron las fuerzas nacionalistas las más interesadas en exigir a la izquierda abertzale que alzase su voz contra el crimen. Pero esa formación, la única que no estuvo a la altura, sólo fue capaz de difundir un escrito en el que equipara el asesinato del policía con "las últimas detenciones y la desaparición de Jon Anza" (un etarra en paradero desconocido desde hace dos meses) como prueba de "la crudeza del conflicto". Como otras veces, ETA ha cortado en seco las especulaciones sobre una supuesta tregua tácita que estaría manteniendo para facilitar el propósito anunciado por Otegi de lanzar, a comienzos de otoño, su "polo soberanista", especie de nuevo Pacto de Lizarra pero ahora sin el PNV. La idea es que aquel frente nacionalista fracasó porque el partido de Urkullu, el mayoritario del pacto, no era verdaderamente independentista. Tras los resultados de las europeas, en las que Batasuna ha recobrado, a través de la lista de Alfonso Sastre, la primogenitura en su campo amenazada por Aralar, los de Otegi han creído llegado el momento del gran salto adelante: el de demostrar que el Estado no ha conseguido "borrar a la mayoría social" soberanista. Pero en las elecciones del día 7 esa supuesta mayoría (Iniciativa Internacionalista, Aralar y EA) agrupó al 21,63% de los votos en la Comunidad Vasca y al 18,44 en Navarra; con el añadido de que los portavoces de Aralar y EA han declarado que mientras persista la violencia las dificultades para llegar a acuerdos con los de Otegi serán "insuperables". ETA es capaz de matar, pero hacerlo no le sirve ya para hacer avanzar esa "estrategia político-militar" de la que todavía hablan sus teóricos de corbata. En eso consiste su derrota. EL PAÍS. 20-6-2009 Reportaje. Expansión LA CAIXA ULTIMA LA VENTA DE AGBAR AL GRUPO SUEZ Sergi Saborit Cambio de estrategia para Aguas de Barcelona (Agbar). El mayor grupo español de distribución de agua podría pasar en los próximos meses a manos francesas si La Caixa acepta la oferta de compra de Suez Environnement para hacerse con el control absoluto de la compañía. Según ha podido saber EXPANSIÓN, la operación supera los 800 millones de euros, y ya ha sido aprobada por el consejo de administración de la multinacional francesa, controlada por el grupo energético GDF Suez. Ahora sólo falta que La Caixa, a través del hólding Criteria, acepte la propuesta, una decisión nada fácil al tratarse de una de las participaciones históricas de la caja catalana y por las implicaciones políticas que puede despertar la venta. Suez controla ahora, directa e indirectamente a través de Hisusa, el 45,9% de Agbar. Por su parte, Criteria posee el 44,1%, mientras que el 10% restante fluctúa libremente en bolsa. La clave del movimiento corporativo que prepara la entidad presidida por Isidro Fainé reside en Adeslas, la aseguradora líder del mercado español de seguros de salud. Según el diseño de la operación, La Caixa se quedará con el 55% del capital de Adeslas que controla Agbar y, a cambio, venderá a Suez Environnement un 24,1% del capital del grupo de distribución de agua. Así, la multinacional francesa –que opera en el negocio del agua y los residuos– pasará a controlar el 70% de Agbar, mientras que Criteria reducirá su peso al 20%. El canje de Adeslas permitirá que la transacción tenga efectos neutros en términos monetarios para ambas partes, ya que, simplificando, Suez Environnement pagará a La Caixa con el dinero que Agbar obtenga con la venta de la compañía aseguradora. La operación, por ahora, deja al margen al grupo francés Médéric propietario del otro 45% del capital de Adeslas y dirigido por Gillaume Sarkozy, hermano del presidente de Francia. Según fuentes conocedoras de la operación, Suez Environnement pagará a La Caixa las acciones de Agbar a 23 euros por título. Se trata de un precio que lleva aparejada una prima de control y que es superior al del mercado, ya que las acciones de la compañía catalana cerraron ayer en bolsa a 18,57 euros tras revalorizarse un 4,3%. Además, el precio de 23 euros permite a Criteria obtener plusvalías con la venta, ya que, de media, el hólding inversor tiene valoradas las acciones de Agbar a 20 euros. El precio se sitúa, sin embargo, por debajo de los 27,65 euros que Suez y Criteria –a través de Hisusa– pagaron a los minoritarios de Agbar cuando lanzaron una opa por el cien por cien del capital hace dos años. A 23 euros por título, Suez deberá pagar a Criteria 829,46 millones de euros por el 24,1% de Agbar. En paralelo, la filial de La Caixa abonará 880 millones por el 55% de Adeslas, lo que supone valorar el 100% de la aseguradora en 1.600 millones. Fuentes de Agbar señalaron ayer que no tienen constancia de la operación y declinaron realizar ningún tipo de valoraciones. Entre los flecos pendientes de la negociación destaca el interés de La Caixa de pactar con Suez una opción de salida para vender, cuando considere oportuno, el 20% que mantendrá en Agbar. El canje de Agbar por Adeslas puede desencadenar un auténtico terremoto político en Cataluña. El grupo se considera una de las joyas de la corona del tejido empresarial catalán, junto con Abertis y Gas Natural. Las implicaciones políticas se maximizan por el hecho de que la compañía preste un servicio público regulado y sea, además, el operador dominante en la capital catalana y su área metropolitana. El hecho de que Agbar pase a manos francesas topará con toda probabilidad con la oposición de la Generalitat y de los sindicatos de Agbar, que ayer confirmaron a EXPANSIÓN que ya están al corriente de la operación. «Nos opondremos totalmente, el Govern no debe permitir la venta», señaló UGT. El PSC, que lidera el presidente José Montilla, no sólo controla la Generalitat, sino que es el partido que más alcaldes tiene en el área metropolitana, por lo que las presiones a La Caixa no tardarán. Además, el presidente de Agbar, Jordi Mercader, se considera afín al PSC-PSOE, ya que fue presidente del INI con Felipe González. La batalla está servida. EXPANSIÓN. 20-6-2009 Opinión. El Mundo PERRO FLACO Y PULGAS Antonio Gala ALGO aquí no funciona y hace el ambiente irrespirable. No por la, en general, mala actuación de todos los políticos, ni por la distorsión de la crisis, sino por la corrupción inconcebible de quienes administran o manejan o disponen de bienes públicos. La desvergüenza nos ha caído encima como una manta mojada, que nos está asfixiando, y el cachondeo nos saca de quicio. El país se siente timado y no se pone remedio, ni rápido ni visible: de ningún tipo. Estamos hasta los huevos de ladrones de toda procedencia, ni siquiera ya de guante blanco sino de manos llenas: cacerías, pescas, hijos, familias, Cajas… Y la justicia, siento generalizar, es vacilante, ineficaz y lenta, desde un juez de barrio hasta los más altos Tribunales, que se están luciendo con Garzón, el PP y el Estatuto catalán. Los tres poderes están por fin de acuerdo en su alicaimiento y sus torpezas. Todo son pretextos para el robo a mano desarmada. Y la gente pasa hambre y está en paro. Y la Iglesia, desacreditada, sale con el aborto y con su portavocecito tartamudo… ¡¡¡Coñoooo!!!EL MUNDO. 20-6-2009

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