¡Sí se puede echar a Ibarretxe del gobierno vasco! ¡Sí se puede meter a un diputado de UPyD en el parlamento vasco! ¡Sí se puede hacer que estas elecciones sean un paso adelante en la batalla contra la crisis!
Estas elecciones autonómicas en Euskadi no son unos comicios más. Son las rimeras donde existen todas las condiciones para echar a Ibarretxe del gobierno vasco. Y son también las primeras que se celebran en un escenario de crisis de consecuencias devastadoras. El rechazo de la sociedad vasca al nacionalismo étnico sigue en aumento. En todas las encuestas, Ibarretxe y el tripartito pierden la mayoría necesaria para gobernar. Y la suma de los escaños de PSE-EE, PP y UPyD, superan con creces a los del tripartito. A través del control de poder y presupuestos autonómicos, los Ibarretxe y Arzallus han levantado un auténtico régimen de terror, que subvenciona y ampara a ETA y su entorno, difunde el etnicismo y el odio a España en la enseñanza o los medios públicos, denigra y ataca a las víctimas, y señala como enemigos del “Pueblo Vasco” a todo aquel que no se doblegue al nacionalismo étnico. ¡Basta ya! ¡Es hora de acabar con todo esto, enviando a Ibarretxe a la oposición, y conquistando un gobierno vasco que tenga como primer punto la recuperación de la libertad! También deben ser unas elecciones “anticrisis”. Ibarretxe es responsable de que el índice de aumento del paro en Euskadi supere la media española, al aceptar la destrucción o debilitamiento de buena parte del tejido productivo como peaje para que las principales potencias europeas aceptaran sus pretensiones soberanistas. Pero PSOE y PP, los responsables de convertirnos en un “monocultivo de la construcción”, y los defensores de los planes de rescate a la banca, no son ninguna alternativa ante la crisis. Por eso han perdido 22.000 votos en el último mes. La última encuesta otorga 34.000 votos y un diputado a UPyD. Esta es la mejor noticia, reflejo del fulgurante ascenso de UPyD, que ha quintuplicado sus apoyos en toda España. UPyD representan lo mejor de la rebelión democrática, cuya movilización ha sido defensiva para debilitar a Ibarretxe. Y son una fuerza independiente de la gran banca, los máximos responsables de la crisis, y por ello mismo capacitada para poder proponer una salida favorable a los trabajadores o las pymes. Votar a UPyD será la mejor manera de garantizar que estas elecciones se conviertan en un sonoro éxito contra el nacionalismo étnico y en el principio de una salida nacional y popular ante la crisis.