Los mercenarios de la "nueva operación Cóndor" en Bolivia

Una trama paramilitar para asesinar en Bolivia

El Gobierno boliviano ha denunciado en las últimas semanas que el plan de la organización irregular era asesinar al presidente Evo Morales, a algunos dirigentes de la oposición y organizar milicias para promover la separación de la región de Santa Cruz.

El gruo sindicado de terrorismo desmantelado en Bolivia, tení­a intenciones de asesinar a prefectos opositores al Gobierno de Evo Morales, con la finalidad de crear «mártires», según manifestó Juan Carlos Gueder, detenido por presunta conspiración.Juan Carlos Gueder, fue detenido hace dos dí­as y este jueves declaró a periodistas en la Fiscalí­a. Dijo haberse acercado al grupo porque pensó que era un movimiento «simple», pero decidió alejarse cuando Rózsa habló de matar a los gobernadores autonomistas para crear mártires.»Me retiré del programa que él (Rózsa) tení­a de captación de recursos cuando dijo en una oportunidad, en una reunión, que querí­a atentar contra la vida de gobernador Rubén Costas (Santa Cruz) y del señor Ernesto Suárez Satori (Beni)», indicó.Agregó que para Rózsa, el gobernador de Santa Cruz tení­a más valor como «mártir muerto» porque, a su juicio, «no hací­a nada» por la causa de las autonomí­as.También reconoció que vendió a Rózsa un arma por mil dólares y que éste le pidió ayuda para comprar más en Santa Cruz.El fiscal del caso, Marcelo Sosa, presentó a la prensa decenas de fotografí­as de miembros del grupo, quienes posan con diferentes armas, y de desconocidos que al parecer huyeron.En las imágenes aparecen con armas Rózsa y el irlandés Dwyer Michael Martin, quienes murieron en el operativo del 16 de abril, y también el húngaro Tóásó, detenido en una cárcel de La Paz.El Gobierno boliviano ha denunciado en las últimas semanas que el plan de la organización irregular era asesinar al presidente Evo Morales, a algunos dirigentes de la oposición y organizar milicias para promover la separación de la región de Santa Cruz.A esta banda se le investiga por actos terroristas y separatistas. Fue desmantelada a mediados de abril en la ciudad de Santa Cruz, en un operativo policial tras el cual murieron abatidos Eduardo Rózsa-Flores, (boliviano, croata y húngaro), el irlandés Dwyer Michael Martin y un rumano húngaro Árpád Magyarosi.Mientras que resultaron detenidos Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y El탶d Tóásó (húngaro), quienes están en prisión preventiva en La Paz.La fiscalí­a encargada de investigar la presunta banda terrorista, citará a un dirigente de la organización Human Rights Foundation (HRF) y a un empresario -quienes al parecer están en Estados Unidos y Uruguay respectivamente- por sus presuntos ví­nculos con el grupo irregular.El fiscal Marcelo Sosa, encargado del caso, aseguró a los medios que está trabajando con la Policí­a para determinar adónde viajaron esas personas en los últimos dí­as y convocarlos a declarar.Se trata de Hugo Antonio Achá Melgar, presidente de la organización no gubernamental HRF en Bolivia, quien presuntamente se encuentra en Estados Unidos, y del empresario Alejandro Melgar Pereira, que, según su familia, viajó hasta Uruguay.»A aquellos que dí­as atrás hablaban de shows, de montajes, de mentiras, los conminamos a manifestarse públicamente si defenderán la integridad de la patria contra este tipo de ataques terroristas. O si, por el contrario, apoyarán y encubrirán a quienes han intentado y a quienes intenten dividir la sagrada unión de la patria boliviana», dijo el presidente en ejercicio, Alvaro Garcí­a Linera, sobre la entrevista a Rózsa.Croacia, Hungrí­a e Irlanda piden a Bolivia información sobre la muerte de sus ciudadanos. «Las cabezas de ese gran aparato terrorista» son bolivianas que reclutaron a mercenarios en Latinoamérica y Europa y que llevan en Bolivia varios meses en Santa Cruz, Beni, Pando y otras regiones donde cumplieron»decenas de reuniones con decenas de personalidades del ámbito de algún tipo de actividad empresarial, no instituciones sino personas», dijo Garcí­a Linera.»El Estado está en riesgo hay todaví­a una gruesa estructura, extranjeros y bolivianos sueltos, hay los ideólogos sueltos, hay armamento muy sofisticado guardado, hay lugares de entrenamiento», advirtió.La oligarquí­a separatista cruceña está conformada por un pequeño núcleo de familias ligadas al poder terrateniente, la industria láctea, cervecera, petrolera y los medios de comunicación. Cada vez que se va rascado más en la superficie de todo este entramado multinacional, de paramilitares y mercenarios, ligados al entramado opositor tanto en Bolivia como en Venezuela y sus conexiones con el Plan Colombia, CIA y la DEA. Empieza a tomar color una especie de nuevo «Operación Cóndor», viejas recetas, pero esta vez desde la oposición a los gobiernos del frente antihegemonista en Latinoamérica. Una especie de gran acuerdo de todas las oligarquí­as que han perdido sus privilegios, auspiciadas por el imperialismo.

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