«China no cooperará en la imposición de sanciones a Irán, China no obstaculizará el programa de misiles nucleares de Corea del Norte y China no ayudará a resolver los problemas de Afganistán, Oriente Medio o cualquier otro lugar. China ha decidido que, en definitiva, no se convertirá en socio de pleno derecho de Estados Unidos en política exterior».
“Y así nos quedamos con una curiosa situación: Estados Unidos ya no quiere ser la única suerpotencia. El presidente de Estados Unidos ya no quiere ser el líder de la única superpotencia. Nadie más quiere que Estados Unidos sea la única superpotencia y, de hecho, Estados Unidos ni siquiera puede permitirse el lujo de ser la única superpotencia. Sin embargo, Estados Unidos no tiene ningún socio evidente con el que compartir su superpotencia, y si Estados Unidos dejara de ser una superpotencia, nada ni nadie podría tomar su lugar”. (THE WASHINGTON POST) DIARIO DEL PUEBLO.- Días atrás, Lula manifestó en público que Irán tiene derecho al desarrollo nuclear. Esto hace ver un contraataque al establecimiento de bases militares en Colombia por parte de Obama y su implicación en el golpe de Estado de Honduras. La presente acción diplomática y gestos de Lula demuestran aún más la preocupación de Brasil por la paz de Oriente Medio, consolidando la imagen internacional de Brasil como país responsable, y manifiestan en forma indirecta el descontento hacia el Gobierno de Obama haciendo patente una alta habilidad diplomática EEUU. The Washington Post Una superpotencia sin socios Anne Applebaum Al igual que dos cometas precipitándose el uno al otro desde puntos opuestos en el espacio exterior, dos fenómenos distintos en diferentes partes del mundo se han disparad en la conciencia pública la semana pasada. Posiblemente n tengan una importancia cósmica. En su conjunto, sin embargo, podrían ser un presagio interesante de lo que vendrá. En China, el presidente Obama se reunió con su homólogo, el Presidente Hu Jintao. También se reunió con el primer ministro chino, Wen Jiabao. La primera tuvo más atención, pero esta última fue más interesante. Según Xinhua, la agencia de noticias de China, Wen dijo a Obama que “China no está de acuerdo con la propuesta de un G-2”. China es "todavía un país en desarrollo", dijo Wen, y "siempre hay que mantener la mente sobria al respecto". China está encantada de continuar su relación económica con los Estados Unidos, pero China "sigue una política exterior independiente de paz y de no alinearse con ningún país o bloques de países". Traducción: China no cooperará en la imposición de sanciones a Irán, China no obstaculizará el programa de misiles nucleares de Corea del Norte y China no ayudará a resolver los problemas de Afganistán, Oriente Medio o cualquier otro lugar. China ha decidido que, en definitiva, no se convertirá en socio de pleno derecho de Estados Unidos en política exterior. Aproximadamente al mismo tiempo, los líderes de Europa estaban encerrados en las proverbiales habitaciones llenas de humo (en la actualidad vacías de humo), discutiendo sobre a quién debía ser concedido el puesto de "presidente" de la Unión Europea y quién debería convertirse en el nuevo “Alto Representante”, o ministro de Asuntos Exteriores, de Europa. Estas conversaciones representan la culminación de una década de diplomacia, debate y referendos nacionales, todo ello diseñado para producir una política exterior europea más unida y dar a Europa un único número de teléfono, al que Obama pueda llamar cuando desee hablar. El resultado: el presidente de Europa será el primer ministro belga Herman Van Rompuy, un político desconocido fuera de su propio país. El ministro de Relaciones Exteriores de Europa será la británica Catherine Ashton, una burócrata desconocida incluso dentro de su propio país. Los candidatos de una experiencia e influencia mucho mayor –entre ellos el ex primer ministro británico, Tony Blair, y el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt– fueron rechazados, al parecer por temor a que tuvieran más experiencia e influencia que los poderes fácticos. La revista alemana Der Spiegel anunciaba la noticia con el título “Europa elige a dos don nadie”. Traducción: Europa podría tener un número de teléfono nuevo, pero cuando Obama llame, la persona en el otro extremo de la línea seguirá siendo incapaz de actuar. "Europa" no será una entidad unificada, capaz de coordinar una política unificada en Irán, Corea del Norte, Afganistán, Oriente Medio o en cualquier otro lugar en el corto plazo. Europa no puede, en definitiva, convertirse en socio de pleno derecho de Estados Unidos en política exterior. Y así nos quedamos con una curiosa situación: Estados Unidos ya no quiere ser la única superpotencia. El presidente de Estados Unidos ya no quiere ser el líder de la única superpotencia. Nadie más quiere que Estados Unidos sea la única superpotencia y, de hecho, Estados Unidos ni siquiera puede permitirse el lujo de ser la única superpotencia. Sin embargo, Estados Unidos no tiene ningún socio evidente con el que compartir su superpotencia, y si Estados Unidos dejara de ser una superpotencia, nada ni nadie podría tomar su lugar. Esto puede que no sea el fin del mundo –hay bastantes pocos focos de conflicto, lo que podría dar lugar a un largo período de negligencia benigna– y puede ser que no dure siempre. Europa, contada como una sola entidad, sigue siendo la economía más grande del mundo. China, sea lo que sea, sigue siendo la economía en crecimiento más rápido del mundo. Tarde o temprano, la simple necesidad de defender sus intereses económicos podría persuadir a uno o a ambos para empezar a tomar el mundo exterior más en serio. Esto significa, sin embargo, que la administración Obama tien un problema: Habiendo llegado al poder prometiendo trabajar con los aliados, pronto descubrirá que no hay aliados con los que trabajar. Europa sigue siendo nuestra mejor esperanza, porque los europeos comparten la mayor parte de nuestros valores. Pero organizar sanciones con una Europa dividida –ni pensar en operaciones militares– seguirá siendo una tarea importante. China, por su parte, está adquiriendo grandes intereses en el extranjero con el comercio en África y Sudamérica, así como en Asia, junto con un gran ejército. Sin embargo, China parece poco interesada en unirse a una campaña internacional contra el terrorismo, la proliferación nuclear o cualquier otra cosa. Así parece que los asuntos militares y de seguridad globales van a quedar en manos de los Estados Unidos, tanto si Estados Unidos lo quiere como si no. A mitad de su presidencia, George W. Bush se encontró con que tuvo que abandonar el unilateralismo en favor de la diplomacia. Ahora una se pregunta: ¿En algún momento de su presidencia, Obama se encontrará con que también tiene que renunciar a la diplomacia en favor del unilateralismo? THE WASHINGTON POST. 25-11-2009 China. Diario del Pueblo La visita de Ahdmadinejad a Brasil toca la sensibilidad de EEUU El presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad, a la cabeza de una delegación compuesta por 300 personajes, llegó el 23 a Brasilia de Brasil, convirtiéndose en el primer mandatario iraní que visita Brasil en los últimos 50 años. Además de entrevistarse con los dirigentes del Parlamento brasileño y pronunciar un discurso en el Instituto de Alta Pedagogía de Brasil, sostendrá conversaciones de trabajo con el presidente Lula para abordar problemas de interés común e intercambiar opiniones sobre el desarrollo de sus respectivas regiones. Abordarán también problemas de relaciones económicas y comerciales y las inversiones mutuas entre los dos países. Tratarán los problemas de cooperación en los terrenos de biotécnica, nueva tecnología, agricultura, energía y cultura, y firmarán 23 acuerdos de cooperación bilateral. En su gira de cinco días por América Latina, el presidente iraní planea visitar también a Bolivia y Venezuela. Sin embargo, su visita a Brasil, en particular, ha tocado la sensibilidad de EEUU. Una semana antes de la visita, los representantes y senadores de EEUU manifestaron su fuerte recelo y descontento por la visita de Ahmadinejad a Brasil. Los representantes y senadores tanto demócratas como republicanos de EEUU consideran unánimemente que no puede sino sorprender a EEUU que Brasil manfieste su “amistad” hacia Irán cuando todo el mundo está atento al secreto programa nuclear de Irán. Algunos congresistas norteamericanos señalan que Lula y el Gobierno brasileño tienen un determinada fuerza de convocatoria en la comunidad internacional. La intensificación de las relaciones entre Brasil e Irán fortalecerá sin duda alguna la “legitimidad” del Gobierno iraní, ayudándole a salir del aislamiento e integrarse en la comunidad internacional. Blumberg, experto en los asuntos de Irán del Instituto de Paz de EEUU, señaló que las buenas relaciones de Brasil con Irán permiten a éste tener un gran amigo más, y fortalecerán en gran medida la “legitimidad” de Irán en la política mundial. En el seno de Brasil, también se hacen oír muchas voces en contra de la visita de Ahmadinejad. Los detractores, representados por José Serra, dirigente del partido de oposición y gobernador del Estado de Sao Paulo, imputan a Ahmadinejad como “dictador” y desde el ángulo de relaciones norteamericano-brasileñas califican su visita como “non grata”. Pero el presidente brasileño Lula destacó que muchos países no quieren dialogar con Irán, y lo aíslan, pero esto no tiene ningún sentido real. Todos saben que Irán es un factor de mucha importancia en el proceso de paz de Oriente Medio. “Estamos dispuestos a sentarnos en la misma mesa con Irán para discutir y buscar los puntos de equilibrio en el problema de paz de Oriente Medio”. Analistas sostienen que Lula, al recibir a Ahmadinejad a pesar de las opiniones contrarias, demuestra con claridad que la visita no obedece sólo a un simple problema de la paz de Oriente Medio. Días atrás, Lula manifestó en público que Irán tiene derecho al desarrollo nuclear. Esto hace ver un contraataque al establecimiento de bases militares en Colombia por parte de Obama y su implicación en el golpe de Estado de Honduras. La presente acción diplomática y gestos de Lula demuestran aún más la preocupación de Brasil por la paz de Oriente Medio, consolidando la imagen internacional de Brasil como país responsable, y manifiestan en forma indirecta el descontento hacia el Gobierno de Obama haciendo patente una alta habilidad diplomática. DIARIO DEL PUEBLO. 25-11-2009