¿Y que pasa con la deuda USA?

Una gran mentira para tapar un gran crimen

Una vez convertida Grecia en poco menos que un despojo, un autentico paria europeo y mundial, ahora nos ha tocado el turno a España, situada insistentemente por toda la prensa internacional como «el gran problema» que puede arrastrar a Europa, y a la economí­a mundial, al precipicio. Y todo para ocultar que el gran agujero de la economí­a mundial no es la deuda griega, ni la española, sino la norteamericana.

Todos hablan estos días del grave peligro para el mundo que supone el endeudamiento español, pero la deuda pública norteamericana oficialmente reconocida asciende ya a 15,6 billones de dólares, un 103,3% del PIB, mientras la de España no llega todavía al 70%. «La gigantesca deuda norteamericana es el «agujero negro» de la economía mundial»

La deuda de EEUU, además, no solo crece a la pasmosa velocidad de 1.400 millones de dólares cada minuto, sino que otros organismos la elevan a un volumen cuatro o seis veces superior.

La Reserva Federal calcula que en realidad la deuda pública de EEUU es de 52 billones de dólares, un 340% de su PIB. Mientras que el fundador de PIMCO (el mayor fondo de inversión del mundo en deuda pública) la eleva hasta los 100 billones de dólares, ¡mas de un 650% del PIB!

¿A qué obedece esta gigantesca montaña de deuda? Sencillamente, mientras el peso de la economía norteamericana en la mundial es cada vez menor, los recursos que necesita para sostener el monstruoso aparato político-militar que garantizan su hegemonía no paran de aumentar.

Según los últimos datos disponibles, la economía norteamericana representa ya tan sólo el 19% de la mundial, frente al 26,2% de 1990. Y sin embargo acumula más la mitad del gasto militar global.

Sumados los 10 países del mundo que más gastan en armamento tras EEUU –entre los cuales están todas las potencias nucleares y las grandes potencias económicas–, apenas llegan a representar el 40% de lo que gasta EEUU. En 2010, el aumento del presupuesto militar norteamericano supuso el 95,1% del incremento global en todo el planeta.

Esta gigantesca montaña de deuda –que además no hace sino aumentar de forma cada vez más acelerada– es la que está en el origen del estallido de la crisis en septiembre de 2008 y en la sucesión de turbulencias que sacuden a los países que, de uno u otro modo, estamos sometidos a la intervención y el control de Washington.

Lo que ocurre, sencillamente, es que la economía mundial ya no puede –ni quiere– seguir soportando a un descomunal parásito dedicado a sangrar y esquilmar todo lo que se le pone por delante, valiéndose de su hegemonía político-militar y su posición de privilegio como cabeza de la cadena imperialista.

Ellos son los que como superpotencia están viviendo “muy por encima de sus posibilidades”. Y luego nos pasan la factura de sus excesos y derroches a todo el mundo.

Deja una respuesta