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Hace un año, en febrero de 2008, las cuentas del Estado arrojaban un superávit de 9.466 millones de euros. Ahora según las cuentas presentadas por el secretario de Hacienda, Carlos Ocaña, el superávit ha bajado a la mitad: 5.235 millones de euros. O lo que es lo mismo, apenas hemos empezado el año y la gestión de la crisis que está haciendo el gobierno ya ha «quemado» 4.231 millones del ahorro que había hace un año.
Evidentemente, como ha exlicado el mismo Ocaña en una comisión parlamentaria, la caída del superávit del Estado no es reflejo de los pagos de este año, ya que apenas han empezado a ejecutarse, sino de los efectos de la crisis; de la bajada de la recaudación (un 9,5%) y del aumento del gasto (un 5,3%). Lo que quiere decir que cuando comiencen a ejecutarse de verdad el grueso de los gastos recogidos en los Presupuestos para este año, el superávit que aún arrastran las cuentas del Estado va a desaparecer casi de un plumazo.Todos anuncian que acabaremos el año con la caja del Estado en números rojos. En abundantes números rojos.Por otra parte, el déficit público (es decir el del conjunto de las administraciones del Estado –la Administración central, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos-) aumenta sin parar. Según los últimos datos del Programa actualizado de Estabilidad de la Comisión Europea, España acabó 2008 con un déficit público del 3,4% del PIB; pero que puede acabar en el 6% para final de 2009.El gobierno está consumiendo el superavit del Estado y endeudándose cada vez más, emitiendo Deuda Pública, para pagar su política de “planes de rescate”. La Deuda Pública, que bajó hasta el 36,2% del PIB en 2007, sube sin parar desde el año pasado: hasta el 40,3% en 2008 y se llegará al 50% del PIB en 2010.Pero no nos engañemos, no es “el Estado” el que se endeuda cada vez más y a intereses más altos, sino todos y cada uno de los españoles. Sobre cada familia ya hay una hipoteca sobre la vivienda. Pero una segunda “hipoteca bis” en forma de Deuda Pública para pagar a la banca su salida de la crisis amenaza con hipotecar el futuro de varias generaciones. Por ahora, sólo de los 250.000 millones de euros puestos al servicio de la banca, sobre cada familia española recae una deuda de 63.000 euros. ¿Pero a cuánto puede llegar cuando el déficit público se dispare al 6% o más?Cortar este círculo infernal en el que el Estado se endeuda cada vez más se convierte en una cuestión de vida y muerte para el país. En una medida esencial contra la crisis. Que recaude más de los grandes beneficios y las grandes fortunas. Que gaste menos dando un tajo al despilfarro de las administraciones. Que no acepte más ERE’s de las multinacionales para pagarles sus despidos… Ese es el camino y no endeudarnos a todos para pagarle a Botín.