La economía española se hundirá un 11,2% en 2020

Una crisis más larga y profunda

El gobierno ha dado el primer paso para los presupuestos de 2021 aprobando el techo de gasto y las previsiones macroeconómicas que ha de presentar en Bruselas empeorando sus previsiones.

El Consejo de Ministros ha aprobado una subida del techo de gasto del 54% sin precedentes hasta los 196.000 millones de euros, el máximo que podrán gastar los ministerios. Y presenta unas previsiones económicas peores respecto a las que anunciaba hace cinco meses: la economía española se hundirá un 11,2% del PIB en 2020.

El techo de gasto para 2021 supone una subida de 69.000 millones de euros más respecto al que había fijado para este año 2020. El gobierno ha incluido en esta subida los aproximadamente 27.000 millones de euros que espera recibir del fondo de recuperación de la Unión Europea en 2021.

Pero si el techo de gasto es expansivo, el cuadro macroeconómico anticipa una crisis más larga y profunda: recorta en dos puntos las previsiones de crecimiento, anunciando una caída del PIB del 11,2%, frente al 9,2% previsto en abril, como consecuencia del adelanto de la segunda ola de la pandemia y el hundimiento de la campaña turística de verano.

Estas cifras se acercan a las peores previsiones de los organismos internacionales y nacionales, que el Banco de España fija entre el 10,5% y el 12,6%; el panel de Funcas establece la caída del PIB en el 12% y el FMI en el 12,8%.

El gobierno prevé una recuperación en 2021 del 7,2%. Pero la propia vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha reconocido en la presentación del cuadro que “hasta 2022 no volveremos a niveles anteriores a la crisis”.

Con respecto al déficit, el gobierno también empeora las previsiones y anuncia un déficit del 11.3%, frente al 10,3% anunciado en abril. Y solo en 2021 podrá reducirse tres puntos aproximadamente siempre que se vayan recuperando los ERTE y la actividad.

Y una tasa de paro del 17,1% en 2020. Los ERTE han logrado frenar el paro pero no impedir que suba más de tres puntos. Además, según las previsiones presentadas por el gobierno tardará más tiempo en recuperarse, ya que en el mejor de los casos apenas mejorará dos décimas el próximo año manteniéndose en el 16,9%.

Alemania endurece las condiciones

Con estos mimbres el gobierno presentará en las próximas semanas unos Presupuestos que todavía tienen por delante un largo recorrido y donde la principal barrera no va a estar en reunir las fuerzas para sacarlos adelante en el Congreso -aunque este sea un reto importante del gobierno de izquierdas- sino en Bruselas.

Por un lado, la Comisión Europea tiene que dar su visto bueno a los objetivos propuestos; pero por otro, y seguramente más decisivo, tiene que liberar los fondos sobre los que se asienta gran parte de la recuperación. Una empresa que según fuentes del mismo gobierno se complica más de lo previsto por las condiciones cada vez más duras que exige Bruselas.

El reglamento del fondo, aprobado por la mayoría de ministros de Finanzas de la UE, redactado por la presidencia alemana, prevé que se puedan suspender los pagos de los fondos si no se cumplen las reglas de deuda y déficit, cuando se supone que el Pacto de Estabilidad está en suspenso para que los países puedan hacer frente a un aumento del gasto para afrontar el primer envite de la pandemia.

La presidencia de turno alemana ha presentado un reglamento que da una vuelta de tuerca a las condiciones aprobadas en julio. En su artículo 9 “habilita a suspender el desembolso de los fondos si no se respeta el marco fiscal”. Tendrán que seguir las negociaciones y las posibilidades de acuerdo se alargan y con ellas la llegada de los fondos se va cada vez más lejos para las necesidades urgentes de los países del sur.

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