Corresponsalia Navarra

Una cadena de libros

El gruo del PSN de gobierno del Ayuntamiento de Barañaín pondrá en marcha una alternativa conocida en muchos lugares, para promocionar cultura, lectura y participación ciudadana. Se trata de una cadena de libros en la que títulos clásicos como “El alcalde de Zalamea” de Calderón de la Barca, pasando por obras actuales de nuestra cultura como “Eva Luna” de Isabel Allende, se repartirán por diferentes puntos de la localidad, de forma que los ciudadanos puedan cogerlos para su lectura y devolverlos en otro punto, de forma que los títulos roten y puedan llegar a toda la población. Es una iniciativa popular muy buena, con la que se le da a la lectura un toque original que pretende fomentar la lectura. Aunque como alternativa de participación ciudadana habría que objetar alguna cosilla, ya que la participación ciudadana debe ser de decisión sobre el rumbo colectivo que se toma. Cambiar el significado de participación ciudadana de poder de decisión para sustituirla como mero acto con el que se hace uso de una opción que viene dada es incorrecto, ya que se nos deja decidir el color de las farolas, se nos deja disponer de un libro, pero no se nos permite decidir en qué gastar el presupuesto público, el dinero de todos. Por lo demás, es una alternativa atractiva para la lectura, llena de romanticismo que puede dar algún fruto para algún romántico que le parezca atractivo eso de co9jer un libro del hueco de un árbol en vez de recogerlos en la biblioteca. Las cadenas de libros por su parte, tienen su origen en el pueblo llano, que escaso de recursos y con hambre de lectura y cultura, buscaba rincones escondidos, un tronco hueco, un pozo abandonado, o cualquier recoveco, para dejar e intercambiar libros, para aportar al conocimiento colectivo un granito de arena de cada uno, en el que obras prohibidas en época de dictadura en muchos países, esta era una alternativa para poder tener una cultura completa, un punto de vista propio. De manera que este proyecto del Ayuntamiento de Barañaín es recibido con una buena dosis de romanticismo y añoranza, con complicidad e imaginación. Buscando rincones nuevos que resguarden las obras literarias en espera de un alma lectora que los recoja para volver a darles vidas a las historias impresas que se esconden en cada rincón. Una alternativa original, que lo cortés no quita lo valiente. Y que a pesar de significar más que una alternativa, es un gesto de originalidad y romanticismo, tiene un encanto innegable. Una cadena de libros, sentimientos y secretos compartidos.

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