Cargando...
Casi simultáneamente, se han presentado dos propuestas que dicen abordar un reparto más equitativo de la carga que supone el desmesurado aumento del precio de la energía.
Por un lado, en el Congreso se admitía a trámite la propuesta del PSOE y Unidas Podemos, que impone a bancos y eléctricas una “contribución extraordinaria”.
Por otro, la Comisión Europea presentaba un plan donde se contempla un impuesto extraordinario a las eléctricas y un tope a los “beneficios extraordinarios” que están obteniendo gracias a la subida de precios.
A diferencia de lo que sucedía hace pocas semanas, ahora el PP está dispuesto a respaldar al gobierno si “adapta” su propuesta a las medidas planteadas por Bruselas.
Los escandalosos beneficios de las eléctricas, mientras el coste de la luz asfixia a familias y empresas, obliga a intervenir, incluso a la Comisión Europea. Pero estamos viviendo una batalla todavía abierta. Hay una presión social para que carguen con las pérdidas los que más tienen. Mientras bancos y eléctricas juegan sus cartas para proteger sus ganancias.
¿Cuáles son las medidas que propone el gobierno? ¿En qué benefician al pueblo, y en qué son insuficientes? ¿Por qué bancos y eléctricas, que critican las propuestas del gobierno español, alaban las que hace Bruselas?
.
Las medidas del gobierno
Mientras se anuncia una recesión de hondas consecuencias, y la inflación devora los bolsillos de los trabajadores y las cuentas de resultados de pymes o autónomos, hay quien gana mucho más que antes.
En el primer semestre de 2022, Iberdrola ha aumentado sus beneficios un 36% respecto al pasado año. Y el Banco de Santander ha visto incrementar, en el mismo periodo, un 33% sus fabulosas ganancias.
Es en estas condiciones, que provocan un rechazo social creciente, que el gobierno ha presentado sus propuestas para gravar los beneficios de bancos y eléctricas.
Imponiendo un gravamen a las eléctricas del 1,2% sobre el total de ingresos. Al aumentar estos gracias a la subida de la luz, se incrementa lo que deben pagar. Sería una medida temporal, vigente durante 2023 y 2024. Y afectaría a las eléctricas que superen los 1.000 millones de beneficios.
Y creando un impuesto a la banca -también temporal, solo durante los dos próximos años- del 4,8% sobre el total de comisiones e intereses netos. Los bancos deberán abonar así una parte de los ingresos obtenidos por el aumento de las comisiones, o por el mayor margen que obtendrán gracias a la subida de tipos decretada por el BCE. Solo afectaría a los bancos con una cifra de negocio superior a los 800 millones de euros.
¿Cuánto pagarían bancos y eléctricas? En total 7.000 millones, a lo largo de dos años.
Las eléctricas abonarían 4.000 millones -2.000 cada año-, lo que supone un 14,2% del total de beneficios -14.000 millones- obtenidos el pasado año.
Y la gran banca pagaría 3.000 millones -1.500 cada año-, lo que supone un 7,5% de los 20.000 millones de beneficios que acapararon en 2021, y un 0,06% de los activos que controlan.
A esto se une la “excepción ibérica”, el tope de 67 euros por MWh decretado a la electricidad producida utilizando gas. Evitando así que el disparatado aumento del precio del gas, dispare también artificialmente todo el recibo de la luz.
.
Las trampas de las propuestas de la Comisión Europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von del Leyen, ha anunciado un impuesto a las eléctricas, defendiendo con vehemencia que “no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores”.
E inmediatamente, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, aplaudía sus palabras y respaldaba las medidas anunciadas.
¿Las eléctricas contentas por pagar más impuestos? Hay algo que no cuadra.
El Bundesbank acaba de anunciar que Alemania entrará en recesión. La gran industria germana acusa los elevados precios de la energía. Esta es la razón -y no la protección de los consumidores- de que Bruselas intervenga para contener el alza del gas o la electricidad.
Pero una comparación de la propuesta de la Comisión Europea con la planteada por el gobierno español nos alerta de las trampas que esconde.
- No aparece ningún impuesto a la banca. De hecho, el Banco Central Europeo ya se ha pronunciado en contra de que se aprueben nuevos impuestos a los bancos, reclamando que se paralicen los que están en marcha. La gran patronal bancaria europea -presidida por Ana Patricia Botín- ya está “trabajando” con la Comisión Europea para que se revierta el impuesto que quiere aprobar el gobierno español.
- Respecto a las eléctricas, Bruselas no propone un impuesto que grave los ingresos, como en España, sino solo los “beneficios extraordinarios”. Considerando “extraordinario” el beneficio que supere en un 20% la media de ganancias de los últimos tres años. Por debajo de ese 20%, las eléctricas no pagarían nada, por encima solo abonarían un 33% de esa ganancia extra.
Las medidas propuestas por Bruselas excluyen un impuesto a la banca y permiten a las eléctricas quedarse con la mayoría del “beneficio extraordinario” obtenido gracias al atraco a los consumidores
Esta contabilidad beneficia a las eléctricas, que se quedarían con la mayoría del “beneficio extraordinario” obtenido gracias al atraco a los consumidores, y solo abonarían una pequeña parte.
- Bruselas propone que los nuevos impuestos se apliquen solo durante un año, y no a lo largo de dos años, como plantean las medidas que se pretenden aprobar en España.
- Y Bruselas propone un “tope al gas”… muy por debajo del ya vigente en España. Limitando el precio de las energías que no utilizan gas a 180 por megavatio hora -ahora la media europea es de 450-… cuando en nuestro país el límite es 67 euros, tres veces menor.
Los peligros, y lo que se debería hacer
El PP voto en contra de que se discutiera en el Congreso los nuevos impuestos a la banca y las eléctricas. Y pocas horas después declaró estar dispuesto a votar -por primera vez en mucho tiempo- a favor del gobierno si éste hace coincidir sus medidas con las planteadas por la Comisión Europea.
No era un disparate. Si -como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero ha anunciado-, el gobierno “adapta” su propuesta a la de Bruselas estaría recortando lo que banca y eléctricas deben pagar.
En el caso de la banca desaparecería el impuesto que ahora se discute. Y en el de las eléctricas se reduciría notablemente su importe.
Este es el peligro. Que, con la colaboración del PP, se imponga una “rebaja general” a favor de la banca y las eléctricas.
Las medidas que el gobierno plantea deben ser apoyadas en aquellos puntos que benefician al pueblo. Exigiendo que no se “recorten”.
El tope al gas ha permitido contener la subida del precio de la luz, que en España está sensiblemente por debajo de la media europea.
Y los nuevos impuestos a banca y eléctricas permiten disponer aunque sea de una pequeña parte de sus multimillonarios beneficios.
En 2021, la banca pagó en impuestos solo un 4,8% de sus 20.000 millones de beneficios
Pero no pueden ser “temporales”, vigentes solo durante dos años. Y tal y como están planteadas permiten a banca y eléctricas seguir disfrutando de la mayor parte de los “beneficios extraordinarios” que obtienen multiplicando el atraco sobre la mayoría.
Lo que necesitamos es una auténtica política de Redistribución de la Riqueza, que sí cuestione el “atraco extraordinario” impuesto por banca y eléctricas.
- Se puede imponer, en el seno de la UE, un tope al precio de la luz. El gobierno eslovaco ha firmado un acuerdo con las compañías eléctricas por el cual se congela el precio de la electricidad en 61,21 euros/MWh hasta 2024.
- Hay que acabar, definitivamente y no de forma temporal, con un sistema de fijación de precios que nos obliga a pagar toda la luz al precio de la más cara. Imponiéndonos un sobreprecio que multiplica los beneficios de las eléctricas.
- La cuestión no es imponer una tasa del 4,8% sobre las comisiones que cobran los bancos. Sino impedir que todos los bancos se pongan de acuerdo para subir de forma abusiva y gratuita las comisiones.
- Y la solución no son nuevos impuestos “temporales” sino que de verdad quienes más tienen paguen más. En 2021 la gran banca española obtuvo un beneficio récord de 19.866 millones de euros. Ganaron mucho más que el año anterior… y pagaron en impuestos la mitad que en 2020. En concreto, abonaron en impuestos un 4,8% de sus ganancias, cuando deberían pagar el 35%. Mientras que las pymes pagaron un 21,4% de sus exiguas ganancias.