«Después de dos décadas de crecimiento vertiginoso -y del colapso de la burbuja inmobiliaria- hay un sentimiento generalizado en España de que se acabó la fiesta y que el Sr. Zapatero está ofreciendo poco más que paliativos para una resaca nacional»
Durante meses, el Sr. Rodríguez Zaatero calificó la crisis como "una desaceleración", un término que muchos españoles creen que subestimaba su alcance. Ahora, críticos y defensores dicen igualmente que la respuesta del gobierno ha sido tardía, incoherente y errática, incluso cuando los mercados le están prestando cada vez más atención. (THE NEW YORK TIMES) GLOBAL TIMES.- Un enfrentamiento se está acercando sobre la crisis nuclear de Irán, a medida que EEUU continúa la presión sobre el Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una resolución de sanciones más severas contra Irán. China todavía cree que la diplomacia debería ser utilizada para resolver el problema. Al igual que muchos otros países en desarrollo, China ha sido víctima de sanciones por parte de las potencias mundiales. Incluso hoy, China todavía se enfrenta a embargos occidentales. China tiene una resistencia natural contra el empleo de sanciones. EEUU. The New York Times El primer ministro español dice que la recuperación económica está próxima Tras el nerviosismo de haber estado España las semanas pasadas en el punto mira de los mercados mundiales, el Primer Ministro José Luis Rodríguez Zapatero pasó a la ofensiva el miércoles, defendiendo la solvencia del país y diciendo que su gobierno tiene "la voluntad" de reducir un déficit en rápido crecimiento. Pero en su discurso ante el Parlamento, el primer ministro socialista ha decepcionado a algunos, al no precisar un claro plan para reducir el 19% de desempleo del país, el más alto de la zona euro, o un calendario para las reformas laborales que los analistas dicen que son cruciales para que el país siga siendo competitivo. En cambio, aseguró a los españoles que la "recuperación no está lejos", y reiteró un objetivo que parece cada vez más difícil de conseguir: un recorte de 68 mil millones de dólares en el gasto estatal sin reducir los beneficios sociales que él considera el sello de su administración. La semana pasada, Zapatero dijo que el Gobierno ampliará las prestaciones por desempleo. Después de dos décadas de crecimiento vertiginoso –y del colapso de la burbuja inmobiliaria– hay un sentimiento generalizado en España de que se acabó la fiesta y que el Sr. Zapatero está ofreciendo poco más que paliativos para una resaca nacional. "Realmente no ha ofrecido nada" el gobierno, dice Gayle Allard, un economista y experto en el mercado de trabajo español en IE Universidad de Madrid. Frente a los problemas urgentes como los 4,3 millones desempleados, "no tiene una estrategia, y no tiene una respuesta". Durante meses, el Sr. Rodríguez Zapatero calificó la crisis como "una desaceleración", un término que muchos españoles creen que subestimaba su alcance. Ahora, críticos y defensores dicen igualmente que la respuesta del gobierno ha sido tardía, incoherente y errática, incluso cuando los mercados le están prestando cada vez más atención. Elegido en el año de auge de 2004 prometiendo un cambio social, el Sr. Zapatero ha visto hundirse su credibilidad en medio de la ansiedad económica. Las encuestas han demostrado recientemente que está quedándose atrás del opositor Partido Popular, a pesar de que está envuelto en escándalos de corrupción y no ha presentado un plan coherente de carácter económico. El miércoles en el Parlamento, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, reiteró su llamamiento a los socialistas para elegir un nuevo líder. En su discurso, el Sr. Rodríguez Zapatero ofreció algunos nuevos detalles sobre el plan de austeridad que anunció en enero para reducir el déficit de España a la mitad, al 5,7% del PIB en 2013. Los expertos coinciden en que España no es Grecia, y es poco probable que necesite ayuda similar de la Unión Europea. Su deuda pública está en el 55% del PIB, muy por debajo de la media del 80% de la Unión Europea. Sus bancos no han necesitado un rescate, y sus infraestructuras están ampliamente consideradas como las mejores en el Mediterráneo. Sin embargo, España se ha convertido en la mayor economía de la eurozona en caer, abatida por el colapso de un boom de la vivienda que ha dejado 800.000 viviendas de nueva construcción vacías. Los analistas temen que la recuperación de España se retrasará o será baja por un mercado laboral rígido y un seguro de desempleo generoso; y un gobierno que todavía tiene que abordar el problema. En cambio, el gobierno confía en el crecimiento. “Hemos pasado por un período de gran cambio en el ciclo, y la economía sufrió el año pasado un período de shock. Ahora, estamos llegando a la normalización”, dijo la semana pasada en una entrevista José Manuel Campa, viceministro de Finanzas. El Sr. Campa, de quien se espera que viaje pronto a Nueva York para hablar con los inversores, dijo que hay "amplio consenso" en el gobierno acerca de que el crecimiento económico será plano este año, pero que comenzará a elevarse "muy lentamente" el próximo año. Sin embargo, algunos ven en las garantías del Sr. Campa un desacuerdo con el planteamiento del Sr. Zapatero. "El Sr. Campa hace un día un recorrido para tranquilizar a los inversores europeos de que si la economía española tiene que recortar más el gasto gubernamental para poder crecer, se hará", escribió el columnista Joaquín Estefanía en El País esta semana. "Al día siguiente", continuaba, el Sr. Zapatero anuncia "que va a ampliar las prestaciones de desempleo a los trabajadores que no están inscritos". Los expertos dicen que la espera del crecimiento no es una estrategia eficaz para luchar contra el hundimiento económico, y sostienen que España necesita una reestructuración radical del mercado laboral. Para despedir a un empleado, por citar un ejemplo, las empresas españolas deben pagar 45 días por cada año trabajado. El gobierno y los sindicatos han iniciado conversaciones para reducir ese número a 33. Como resultado de esa y otras leyes laborales rígidas, en la última década España ha tenido uno de los aumentos más grandes de Europa en salarios, pero uno de los menores aumentos de la productividad. En el pasado, esa diferencia podría haber sido resuelta a través de una devaluación de la moneda. Pero ese camino está cerrado para los miembros de la zona euro, lo que pone a España frente a un demoledor proceso de rebaja de los salarios. Mientras tanto, los pagos por desempleo han contribuido a crear una clase de desempleados acomodados. En un café cerca del museo del Prado, unas tardes atrás, José Díaz, de 45 años, dijo que fue despedido en diciembre de su empleo en una tienda de electrónica en Gerona, en Cataluña, pero se fue a Madrid de vacaciones. "Estoy aprovechando el hecho de que estoy en un descanso", dijo Díaz. Dijo que había pagado su hipoteca, que su esposa tenía trabajo y que sólo había consumido dos meses de los dos años de prestaciones por desempleo, que llega al 75% de su salario. "Soy un privilegiado", dice. Además de reventar el presupuesto, las abundantes ventajas de los trabajadores hacen que las empresas desconfíen de contratar a trabajadores a tiempo completo. En cambio, están a favor de los contratos temporales que se han vuelto comunes entre los trabajadores más jóvenes y los recién contratados, que absorben el mayor peso de la crisis. Un total del 40% de los españoles de entre 16 y 25 años están desempleados, lo que muchos temen que esté causando daños a largo plazo para el país. Algunos sostienen que, como socialista, el Sr. Zapatero está en mejor posición para hacer frente a la reforma que los conservadores. Se podría decir que "el sistema actual produce una división social" y "sobre todo castiga a los jóvenes, mujeres e inmigrantes", dice Charles Powell, profesor de historia en la Universidad CEU San Pablo en Madrid. En cambio, dicen los analistas, todos dan vueltas en torno a este tema. "Nadie es realista acerca de esto," dice la Sra. Allard, experta en el mercado laboral español. "Nadie está diciendo públicamente que este es un sistema donde el 70% son trabajos escasamente productivos y excesivamente sobreprotegidos, y el resto está pagando por ello." THE NEW YORK TIMES. 17-2-2010 China. Global Times Endurecer las sanciones a Irán no es una opción Un enfrentamiento se está acercando sobre la crisis nuclear de Irán, a medida que EEUU continúa la presión sobre el Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una resolución de sanciones más severas contra Irán. China todavía cree que la diplomacia debería ser utilizada para resolver el problema. China es aparentemente el único oponente a las sanciones, ahora todavía más dado que Rusia ha suavizado su postura anterior y parece ser que apoya a las sanciones, a pesar de que esta no será su posición final. Occidente está jugando con los intereses económicos que China tiene en Irán y tratando de vincular el tema con los últimos conflictos sino-norteamericanos en un intento de presionar a China instándole a optar entre la opción de ponerse del lado de Occidente o ser aislada. Los medios de comunicación occidentales describen injustamente a China como un obstáculo para la resolución de la ONU. Desde hace mucho tiempo la política exterior de China es que prefiere las negociaciones a las sanciones, la posición del país en estos momentos está en consonancia con esos principios. Zhang Yesui, embajador chino en la ONU, ha subrayado con razón el mes pasado que no era el momento de sanciones, dado que los esfuerzos diplomáticos están en curso. Al igual que muchos otros países en desarrollo, China ha sido víctima de sanciones por parte de las potencias mundiales. Incluso hoy, China todavía se enfrenta a embargos occidentales. China tiene una resistencia natural contra el empleo de sanciones. Esta actitud no es nada nuevo: China se ha resistido a los llamamientos a imponer de forma rápida sanciones en los conflictos internacionales en los últimos años. Esto es coherente con los principios de China, y refleja una diferencia fundamental entre China y Occidente en el tratamiento de los asuntos exteriores. A pesar de las sanciones permitidas por la Carta de las Naciones Unidas, la mayoría de los países en desarrollo sostienen que las sanciones sólo deben utilizarse de una manera muy limitada. China se compromete a resolver los conflictos internacionales mediante negociaciones y conversaciones. La ONU ha emitido tres rondas de sanciones, pero eso sólo ha antagonizado más a Irán. El país del Golfo Pérsico ha escalado la confrontación con Occidente con el lanzamiento de misiles y, en la última etapa, reivindicando el enriquecimiento de uranio. Todo el Oriente Medio se enfrenta a un futuro incierto. EEUU ha declarado que desea que se apliquen las sanciones selectivas para paralizar financieramente a la Guardia Revolucionaria, junto con otras instituciones que Occidente cree que ejecutan el programa nuclear de Irán. Pero es difícil definir los objetivos. En el pasado, la aplicación de sanciones ha dado lugar a situaciones de caos interno en los países afectados. El pueblo en esos países ha pagado el precio más alto, mientras que los gobiernos a quienes iban destinadas han permanecido en el poder. La hostilidad entre EEUU e Irán es la razón de que los progresos en las negociaciones se haya estancado. China no es el obstáculo. Aplicar sanciones más severas es un paso atrás en la línea inicial del Presidente de EEUU Barack Obama de relacionarse con Irán. Las guerras en curso que EEUU está llevando a cabo en Irak y Afganistán han demostrado el resultado limitado de los medios militares. Todavía hay tiempo de concertar esfuerzos diplomáticos para lograr un resultado aceptable que rompa este callejón sin salida. GLOBAL TIMES. 11-2-2010