Alarma social:Asturias

Un vecino de Gijón intenta quemar la sucursal de un banco

La crisis financiera es ara Zapatero el primer problema a solucionar en la crisis, por encima de las condiciones de vida de los ciudadanos que cada día ven aumentar el paro y unas condiciones de recortes y subidas de impuestos. Y mientras Zapatero planea otra inyección a la banca de otros 90.000 millones de euros que todos pagaremos, la letra pequeña de las hipotecas, las inyecciones de dinero que no se traducen en mejores condiciones para los hipotecados que no ven la forma de hacer frente a los pagos usureros que las entidades bancarias exigen desembocan en una quemazón que se materializaba ayer en Gijón. Un vecino acude a última hora a su entidad bancaria para, una vez más intentar hablar con su director sobre las condiciones de su hipoteca. No era la primera vez que acudía con este fin, pero esta vez iba acompañado de dos botellas de gasolina que no dudó en usar para rociar al director y la sucursal con motivo de su gran descontento con las condiciones de su hipoteca. Un gesto, que quedó en solo eso, un gesto, ya que este vecino salió de la sucursal una vez el director logró zafarse de la escena. ¿Desesperación? ¿Demencia? Pues claro, pero no es una cuestión de un pobre enfermo, es la materialización de una desazón y unas condiciones de precariedad que con la crisis viven en sus propias carnes la mayoría de la población. La enfermedad son las contradicciones que el capitalismo y la crisis traen para la gente, la desesperación ante una situación que avanza para estrangular a los ciudadanos. La rabia de todo aquel que tiene una hipoteca y ve cómo se le inyecta dinero a los banqueros mientras las condiciones para pagar las hipotecas no se saldan en beneficio de los hipotecados mientras la banca sigue haciendo caja y tapando agujeros a costa de nuestro dinero público. Quizás sea un pensamiento que ha muchos se les haya pasado por la cabeza, quemar la banca. Es un hecho que han gestado ellos, los políticos y los banqueros, han gestado una situación para las familias de saqueo y destrucción de puestos de trabajo para minimizar los desmanes del capitalismo en el que basan sus beneficios a costa de los trabajadores, de las PYMES, del tejido productivo, ellos queman todos los días capital productivo, puestos de trabajo, condiciones de vida de la gente, a la que vapulean y saquean para que les salgan las cuentas de sus jugosos beneficios. Quemar bancos no da ninguna solución a la crisis, el director de la sucursal desde luego se llevó un buen susto, pero es la manifestación de la situación de angustia y desesperación por la que pasan un buen número de ciudadanos.

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