Elecciones municipales en Italia

Un tropiezo 5 estrellas

La primera vuelta de las elecciones municipales parciales en Italia ha dado como resultado una cierta recuperación del bipartidismo, y un notable tropiezo del Movimiento 5 Estrellas.

Tras la ruptura del pacto de la ley electoral, Italia elige a más de mil alcaldes en las urnas, entre ellos, los de cuatro capitales de región -Palermo, Génova, L’Aquila y Catanzaro- y 21 capitales de provincia como Verona, Parma o Como. Aunque muchos de ellos habrán de ser elegidos en una segunda vuelta prevista para el 25 de junio, los resultados configuran una victoria de las dos opciones bipartidistas -el gobernante Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi y Forza Italia, la formación de centro-derecha de Silvio Berlusconi- en las principales alcaldías.

En cambio, el Movimiento 5 Estrellas -una heterogénea formación de izquierdas con un programa anti-troika orientado a la lucha contra la austeridad y la corrupción- y que era hasta hace poco favorita para hacerse con muchos municipios tras haber cosechado un notable éxito en importantes ciudades el año pasado (entre ellas Roma y Turín), ha sido derrotada, no consiguiendo acceder a la segunda vuelta. Así ha ocurrido en Palermo, Verona, Catanzaro, Parma y Génova, de donde procede el líder del partido, Beppe Grillo. Los problemas y rencillas internas, los errores de gestión en alcaldías como la de Roma, y sobretodo el errático papel desempeñado por el Movimiento 5 Estrellas en la ruptura del pacto de la ley electoral -en la que los ‘grillistas’ rompieron el acuerdo alcanzado con otros tres partidos y votaron a favor de de una enmienda presentada por la Forza Italia de Berlusconi- parecen haber pasado factura a esta formación.«A la espera de la segunda vuelta, que terminará de definir el mapa político municipal italiano, parece que se configuran dos grandes alianzas para las elecciones generales de 2018»

Los resultados significan en cambio un cierto respiro para el Partido Demócrata del primer ministro Matteo Renzi, que encaraba estas elecciones después de haber sufrido una escisión de una parte de su partido y de haber perdido un referéndum para reformar la Constitución. En las elecciones de junio de 2016 el PD vio como Beppe Grillo les comía la tostada en ciudades como Roma y Turín, pero ahora la tendencia de fuga de votos parece haberse invertido.

A la espera de la segunda vuelta, que terminará de definir el mapa político municipal italiano y la correlación de fuerzas en votos de cada partido, parece que se configuran dos grandes alianzas para las elecciones generales, previstas para febrero de 2018. Una de derechas, con la Forza Italia de Berlusconi, aliada a la ultraderechista y xenófoba Liga Norte y a los derechistas-liberales Hermanos de Italia. Y otra de centro-izquierda articulada en torno al Partido Demócrata de Renzi. Sin embargo, dadas las sacudidas a las que está sometida la UE, y dado el cambiante panorama político italiano, muchas cosas pueden ocurrir todavía hasta febrero. Veremos.

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