Redistribución, ahorro e inversión en la economí­a productiva

Un programa de verdad contra la crisis

España afronta la peor recesión desde la Guerra Civil, vamos camino de los cinco millones de parados, 300.000 pymes están amenazadas por una quiebra inminente… El capitalismo ha entrado en la mayor crisis sistémica de su historia -que ya supera, en magnitud y velocidad, a la del 29-, y España, gracias al modelo económico implantado durante la última década, es uno de los «eslabones débiles» que más están sufriendo el impacto. Duplicamos la media europea de paro, y uno de cada dos nuevos parados de la UE es español. Frente a esta realidad, gobierno y oposición nos piden «aguantar» hasta que la crisis internacional «escampe», mientras ya han aprobado 319.000 millones de euros en planes de rescate bancarios; los sindicatos consideran que «no hay motivos» para una huelga general; e IU sólo sabe ofrecer recetas «soviéticas» que no crean riqueza ni empleo. ¿Qué no hay recursos para hacer frente a la crisis? ¿Quién ha dicho eso? En la última década se ha duplicado el PIB español, y durante los últimos tres años, los bancos han presentado 60.000 millones de euros de beneficios. ¡Claro que hay recursos, si se administran de otra manera!

La candidatura “De Verdad contra la crisis” ropone un plan de choque basado en la redistribución de las rentas y la riqueza, y el ahorro para invertir en la economía productiva, creando así riqueza y empleo.Redistribución para que quienes han acumulado ingentes beneficios durante los años de prosperidad, sean ahora quienes más carguen con la factura de la crisis, en lugar de ser rescatados con fondos públicos, es decir con nuestro dinero. Y para que quienes han sostenido con su trabajo el incremento de la riqueza en los últimos años –trabajadores, pymes, pensionistas…- incrementemos nuestro nivel de vida. Ahorro porque esa redistribución no debe basarse en un descontrolado incremento del gasto público –que sólo genera una deuda que tardaríamos varias generaciones en pagar-, ni en un incremento de la carga fiscal sobre el tejido productivo. Es imprescindible un drástico plan de ahorro nacional –empezando por la eliminación de los gastos superfluos del Estado- que genere una capitalización y libere recursos para enfrentar la crisis.Y creación de riqueza y empleo, destinando a la economía productiva y a la creación de empleo los recursos liberados por la redistribución y el ahorro, cambiando el modelo productivo desde el monocultivo de la construcción a los sectores punteros y de tecnología avanzada, impulsando un desarrollo independiente en función de los intereses nacionales y populares.¿Qué no se puede? ¡Claro que sí se puede! Todos y cada uno de los puntos que presentamos son perfectamente aplicables desde hoy mismo. Sólo hace falta voluntad política para implantarlos.¿No ha impuesto Obama una limitación del salario de los directivos de los bancos a 500.000 dólares? ¿No ha hecho una ley para que los ejecutivos de empresas rescatadas con dinero público devuelvan en impuestos el 90% de sus multimillonarios bonus? 1.- Diez escalas salariales Nadie por debajo de 1.000 euros mensuales, nadie por encima de 10.000 euros al mes. – Que la escala salarial, por abajo, sea de 1.000 € al mes. Lo cual supone una subida espectacular para muchos trabajadores, pensionistas o parados. – Que por arriba, no pueda haber nadie que cobre más de 10.000 € al mes. Lo cual supone una reducción drástica para unos cuantos. – Por en medio, una escala salarial que crece en 1.000 € en cada escalón dependiendo de la productividad del trabajo y de su grado de especialización. Sólo con limitar a 10.000 euros el salario de la ínfima minoría que hoy percibe un salario mayor conseguiríamos 462 millones de euros al mes, suficiente para que los 2,5 millones de trabajadores cuyo salario no llega los 1.000 euros pasaran a cobrar ese salario. Aplicar consecuentemente esta redistribución salarial permitiría también ahorrar 3.546 millones de euros Aplicándole a cada uno de ellos el tope máximo de la escala salarial de 10.000 euros mensuales que hemos fijado, habría que recortarles 7.149 euros de su salario mensual, un recorte sobre el salario medio de los hiperprivilegiados del 37%. Lo que nos daría una primera fuente de redistribución de casi 462 millones de euros al mes. Sólo con eso daría sobradamente para que los 2 millones 492 mil trabajadores cuyo salario no llega a los 1.000 euros pasarán a cobrar automáticamente ese salario mensual. ¿Cuánto ahorro supondría esto para las empresas, ahorro que debería dedicarse a la inversión productiva y la creación de nuevas fuentes de riqueza y empleo? El ahorro anual total que daría este limitado reajuste en la escala salarial sería de 3.546 millones de euros anuales. Con esa cantidad podrían costearse 300.000 nuevos puestos de trabajo con un salario mínimo de 1.000 euros. 2.- 10 niveles de impuestos sobre rentas individuales. – Que la escala impositiva arranque, por abajo, con el 0% de impuestos, o una cifra ultrareducida, para quien no dispone de rentas. – Que por arriba, las grandes fortunas tengan un nivel impositivo del 90%. – Por en medio, una escala impositiva que crece 10 puntos en cada escalón de rentas. A más renta, más impuestos. Dándole la vuelta a un sistema fiscal tan radicalmente injusto y éticamente reprobable como el que existe en la actualidad. Donde un pequeño empresario debe pagar un 30% de impuestos por sus modestos beneficios anuales, pero las grandes fortunas del país disponen de una legislación hecha a su medida, por la que tributan un 1% de los beneficios que obtienen por sus multimillonarias inversiones. 3.- 10 niveles de impuestos sobre beneficios empresariales. – Que la escala impositiva sobre los beneficios de las empresas arranque, por abajo, con el 0% de impuestos para las pymes, autónomos etc… que acumulan muy pocos beneficios. – Que por arriba, los grandes bancos y monopolios tengan un nivel impositivo del 90%. – Por en medio, una escala que crece 10 puntos en cada escalón. A más beneficios sobre capital, más impuestos. ¿No hemos cerrado el primer año de la crisis con beneficios de miles de millones de euros de los grandes bancos y las grandes empresas? ¿Y no se debe a una legislación hecha a la medida de sus intereses? ¿Acaso las grandes empresas españolas (de electricidad, de telefonía, de combustibles,…) no disfrutan, en régimen de monopolio, de las concesiones otorgadas por el Estado? ¿Es que los monopolios del automóvil no se benefician de miles de millones de subvenciones estatales en formas de ayudas, ERE’s, etc? Pues muy bien, pero que se ajusten a esta escala de impuestos sobre los beneficios. ¿Cómo es posible que las grandes empresas –un 2% del número total, pero que acaparan el 58,5% de los beneficios empresariales- tributen sólo un 24,1%, mientras que las pymes –el 85% de las empresas, pero que sólo disfrutan del 16,1% de las ganancias- paguen el 31,5% en impuestos? Aplicándoles a las grandes empresas el 31,5% de impuestos sobre beneficios que hoy padecen las pymes, podría dictarse una exención de impuestos para las pymes, y aún así ahorrar 3.000 millones de euros. 4.- 10 niveles de estímulo para la reinversión en las empresas. – Que el nivel de estímulo mayor sea cuando entre el 90% y el 100% de los beneficios se destinen a la reinversión. – Que no haya estímulo ni desgrave el que no se reinvierta en la mejora o modernización de la empresa. Que los impuestos sobre los beneficios a las empresas puedan desgravar si éstos se dedican a la reinversión y recapitalización para mejorar la productividad. Si una empresa dedica una parte de los beneficios a reinversión, entonces, la inversión desgrave sobre el impuesto sobre beneficios. Una escala de desgravación y estímulos dependiendo del % sobre beneficio que se dedique a la reinversión. 5.- 10 medidas para una reducción drástica de los gastos superfluos y el despilfarro del Estado – Reducción cuanto mínimo del 10% en los gastos del Estados, empezando por la supresión inmediata de todo el despilfarro en gastos innecesarios, superfluos y suntuosos. – Que estos gastos se mantengan congelados durante los próximos 4 años. – Redistribución de los gastos públicos, incrementando la partida de gastos sociales hasta alcanzar la media europea del PIB. Una reducción del 10% en los gastos del Estado, y dejando fuera de ella los gastos de ministerios como los de Igualdad, Vivienda, Sanidad, Ciencia, Trabajo y, por supuesto, la Seguridad Social, significaría un ahorro anual de al menos 15.000 millones de euros, 2 billones y medio de las antiguas pesetas. Lo suficiente para conceder durante 15 meses un subsidio de desempleo de 800 euros mensuales a los 1,2 millones de parados que en la actualidad no cobran nada. O para pagar una prestación extra de 600 euros mensuales durante 22 meses a las 827.000 familias que tienen a todos sus miembros en el paro. O para construir cada año 1.632 hospitales de tamaño medio, con 200 camas hospitalarias y capacidad para atender a miles de visitas y urgencias diarias. 6.- 10 medidas contra la corrupción y los abusos monopolistas – Reformando el Código Penal para endurece las penas a los corruptos, estableciendo medidas para obligarles a devolver todo lo robado. – Tratar los delitos de corrupción de la misma manera que al crimen organizado, investigando las tramas corruptas hasta desarticularlas por completo en todas sus ramificaciones. – Establecer mecanismos para impedir los abusos monopolistas y precios abusivos. 7.- 10 medidas para la creación de riqueza y empleo. Transformando las Cajas de Ahorro, como entidades sociales sin ánimo de lucro que son, en un instrumento financiero público de tipo confederal, centralizado por el gobierno y controlado y supervisado por los impositores, sus verdaderos dueños. Y esto para promover un plan de choque contra el paro y de apoyo a las PYMES. E imponiendo a monopolios extranjeros y grandes empresas la retirada de las cuantiosas ayudas públicas que reciben si presentan EREs. 8.- 10 objetivos de desarrollo e innovación Transformando drásticamente el modelo productivo, desde el “monocultivo” de la construcción hacia los sectores más competitivos y de mayor valor añadido. Con investigación y desarrollo de energías alternativas y un plan de inversión en I+D+I. 9.- Medias para la ampliación y diversificación de mercados. Cortando con la dependencia actual de muy pocos mercados de la UE. 10.- 10 medidas para la regeneración democrática. – Estableciendo el control efectivo, mediante Asambleas de Electores, sobre los representantes políticos. Reformando la legislación para crear mecanismos que permitan enjuiciar a los políticos que incumplan flagrantemente sus compromisos.

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