Un paraíso fiscal en el Mediterráneo: ‘Malta Files

La isla de Malta se ha convertido en uno de los paraísos fiscales favoritos de las grandes fortunas y empresas españolas, según las investigaciones divulgadas por el diario El Mundo y la red de periodistas de investigación European Investigative Collaborations (EIC)

Las investigaciones de las conocidas como ‘Malta Files’ revelan que la isla ha creado un régimen fiscal opaco -similar a la de los paraísos más atractivos del Caribe- dentro de la UE, ideal para que las grandes familias de la oligarquía española, grandes fortunas e importantes corporaciones españolas puedan evadir impuestos fácilmente y gestionar sus negocios de forma oculta. Los Malta Files pone nombres a una selecta muestra de banqueros y monopolistas, junto con otros ricos de menor categoría, como nobles, deportistas, empresarios, constructores y políticos. Entre todos guardan en Malta -al menos- 900 millones de euros libres de tributar a la Hacienda pública.

Carolina Botín Sanz de Sautuola O’Shea -hermana de Ana Patricia e hija de Emilio Botín , los monarcas del Santander- acumula 161 millones de euros. Los banqueros no sólo guardan sus inmensos tesoros en La Valeta, sino que gestionan desde allí sus múltiples sociedades de inversión: Cata Holding, Nueva Azil, Libra Holding, etc… Mucho dinero, aunque no tanto si lo comparamos con los 2000 millones que su padre ocultaba en Suiza y que salieron a la luz con la lista Falciani.

En algunas de esas sociedades de los Botín participa Francis J. Vassallo, exgobernador del Banco Central de Malta y dueño de una de las principales empresas dedicadas a la creación de estructuras societarias en Malta. Como buenos oligarcas, los Botín no sólo se benefician del paraíso fiscal maltés, sino que ayudan a cultivarlo y desarrollarlo.

La familia española que más dinero atesora en Malta son los hermanos Sainz de Vicuña y Bemberg, exaccionistas de Coca-Cola guardan en esta isla más de 550 millones. La empresa matriz de sus negocios, Arconas International, opera desde la isla desde 2006. Otros apellidos insignes a los que saludan con reverencia en los bancos de La Valeta son los Hachuel, Fierro o Borbón (dos primos del Rey tienen ubicadas allí sus sociedades); el empresario canario Delfín Suárez, propietario de los helados Kalise, los Barrera, vinculados a Pescanova, los Cosmen (autobuses Alsa); o nombres ligados al deporte como Carlos Sáinz o Pere Guardiola -hermano y representante de Pep Guardiola- que también utilizan Malta como puerto franco de su dinero.

Tal y como informa El Mundo, «la nómina de españoles con dinero en Malta se pierde entre numerosos fondos de inversión, firmas de capital riesgo y sicavs que, gestionadas desde España, tienen acomodo en la isla. En marzo de 2016, unas 650 sicavs extranjeras en Malta acumulaban 6.717 millones de euros. De ellas, 15 son españolas, aunque ningún registro maltés recoge ni el patrimonio ni la identidad de sus propietarios». Pero no son solamente familias oligárquicas y grandes fortunas. Empresas como Telefónica o las alemanas BMW, Lufthansa o BASF cuentan con una dirección postal en Malta.«Los ‘Malta Files’ son un ejemplo flagrante de cómo las grandes fortunas y los grupos monopolistas efectúan un “saqueo legal”, evadiendo impuestos mientras imponen rebajas salariales o recortes al 90%.»

Malta -con apenas 430.000 habitantes- ha convertido la fiscalidad paradisiaca en su modus vivendi: el sector financiero maltés gestiona activos equivalentes al 534% de su PIB, que aporta aproximadamente el 15 % de los ingresos públicos. En 2016 se habían creado -de forma completamente legal en la UE- 50.000 sociedades de este tipo. Aunque las autoridades maltesas se excusan en que el Impuesto de Sociedades es del 35% -el más alto de la Unión- luego un sistema de desgravaciones y de ingeniería fiscal hace que la la tributación efectiva de los beneficios se reduzca al 5%. La isla además no impone ninguna retención al pago de dividendos, intereses y ‘royalties’, y no se pagan impuestos para los ingresos obtenidos en el extranjero.

Se trata de un ejemplo flagrante de cómo las grandes fortunas y los grupos monopolistas efectúan un “saqueo legal”, evadiendo impuestos mientras imponen rebajas salariales o austeridad presupuestaria. Y Malta sólo es un botón de muestra. Según los cálculos de Gestha (Sindicato de Técnicos de Hacienda), más del 90% de la evasión fiscal no fue detectada en 2015: mientras que los mandos de la Agencia Tributaria obligan a los inspectores a perseguir a pymes, autónomos y trabajadores, la evasión de las grandes fortunas es apenas molestada. Gestha cifra en al menos 75.000 millones de euros al año lo que las arcas públicas dejan de recaudar al hacer la vista gorda a la evasión de los super-ricos y grandes empresas. Un escándalo que no podemos permitir.

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