Cargando...Mientras esto ocurre más de la mitad de explotaciones aceituneras están al borde de la extinción.
El desbordamiento y afluencia de trabajadores de todas artes suele ser tan grande que se ha tenido que crear un pacto social por el alojamiento de los inmigrantes. Antes se dice que la afluencia era mucho mayor, pero con el desarrollo tecnológico del sector se ha bajado. Aún así la afluencia de trabajadores es masiva. De hecho hay acinamientos. Por esto, esta temporada trabajarán las tres administraciones conjuntamente para evitar estos problemas. Se han abierto polideportivos, se prevee que los albergues sean ocupados en un sesenta por ciento y se darán subvenciones para que los propietarios de los olivos den alojamiento a los jornaleros. Por ley debería darse, pero no se hace. Además para ver las dimensiones del negocio y los trabajadores que mueve; solo por internet se han inscrito más de quince mil temporeros, dato curioso teniendo en cuenta que los temporeros no utilizan internet para encontrar trabajo. En andalucía hay 350.000 explotaciones y solo en Jaén más de 100.000. Esta es la cantidad de empleo que puede generar. El aceite de oliva crece en su demanda nacional e internacional anualmente. La cuestión a preguntarse entonces es cómo un sector económico que genera esta cantidad de empleo está al borde de la desaparición en nuestro país. Desde COAG, UPA, ASAJA y el resto de organizaciones agrarias de Andalucía se denuncia de forma sistemática cómo el aceite se compra por debajo del precio de producción minímo. Esto hace que agricultores tengan que pagar y esto a su vez hace que 175.000 explotaciones estén en el colapso. COAG denuncia también como esto es debido a que entre tres coorporaciones de distribuición se reparten el sesenta por ciento de la producción. Si no se compra en Andalucía se va a Túnez. Esto se podría cambiar rápidamente con una ley de márgenes comerciales o permitiendo que los olivareros almacenaran el aceite para forzar la subida de precios de compra. Pero parece que tres monopolios del comercio alimentario tienen más poder e influencia frente al Gobierno que 350.000 propietarios y uno de los ejes vertebrales del sur de nuestro país. Algo que genera tanto empleo que es necesario abrir polideportivos está a punto del cierre, en el medio tres monopolios de comercio de alimentos.