Cumbre de La Liga Árabe y paí­ses Latinoamericanos

Un nuevo horizonte para las relaciones multilaterales

Que los emergentes nos encontremos y definamos intereses comunes nos permite tener una posición más homogénea para negociar con los paí­ses desarrollados tanto en el plano económico como en el polí­tico.

Antes de la histórica cumbre del Gruo de los 20 que tendrá lugar desde mañana en Londres, los paí­ses de América del Sur y de la Liga Arabe resolvieron encontrarse para definir posiciones comunes de cara a ese cónclave.La presidenta Cristina Fernández de Kirchner voló 16 horas hasta esta ciudad futurista levantada en el desierto, a orillas del Golfo Pérsico, para compartir con Lula Da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales y Michelle Bachelet, entre otros mandatarios sudamericanos, y veintidós jeques, emires y califas árabes una reunión orientada a fortalecer el eje Sur-Sur en un mundo cuya economí­a se desploma.La demanda que ambas regiones llevarán a la capital inglesa será por una reforma del FMI y demás organismos de crédito que reconozca mayor participación en las decisiones a las naciones en desarrollo. Con frecuencia se han anunciado buenas intenciones a fin aumentar la legitimidad del FMI reforzando el peso de las grandes economí­as del sur, que están particularmente subrepresentadas. Por ejemplo, en el consejo de administración, Bélgica tiene un peso un 50% superior a Brasil y Francia un 32% superior a China.Pero estos anuncios no han sido seguidos por acciones. Durante varios años se discutió una reforma de estos derechos de voto, que fue adoptada solemnemente por los 185 estados miembros del FMI en abril de 2008 y aún no ha entrado en vigor. Necesita ser aprobada por los parlamentos de los paí­ses que representan el 85% de los derechos de voto del FMI.Estados Unidos (que tiene por sí­ solo el 16,8% de los derechos de voto) también está a favor esta reforma esté vigente para enero de 2011, pero su Congreso aún no ha abordado la cuestión.Se trata del segundo encuentro de América del Sur y la Liga Árabe. La anterior fue en 2005 en Brasilia. De aquel momento a hoy, las exportaciones argentinas a Medio Oriente se duplicaron, hasta alcanzar los 4600 millones de dólares en 2008 (6,5 por ciento del total). Y en el primer bimestre de este año las ventas a esta región y a Asia fueron las únicas que siguieron creciendo, mientras los enví­os al resto del mundo se desplomaron por la crisis internacional. Una tendencia similar ocurre en otros paí­ses de América del Sur.El afianzamiento de los lazos con el mundo árabe adquiere mayor importancia en el contexto de la crisis global. «Que los emergentes nos encontremos y definamos intereses comunes nos permite tener una posición más homogénea para negociar con los paí­ses desarrollados tanto en el plano económico como en el polí­tico».La cumbre del G-20 es un buen ejemplo. Argentina, Brasil y Arabia Saudita son los únicos tres paí­ses de este espacio que participarán de las deliberaciones en Londres. Se resolvió que ellos lleven a ese encuentro las demandas del resto de las naciones del ASLA que hoy expondrán los presidentes del bloque en esta ciudad. El gobierno argentino empuja por una reforma del FMI que fortalezca la participación de los emergentes y se eliminen las condicionalidades que impone el organismo para conceder ayuda financiera. El planteamiento será avalado en la cumbre.»Nuestra mirada durante mucho tiempo estuvo puesta en los paí­ses desarrollados, mientras existí­a un potencial comercial, polí­tico y cultural en otras zonas del mundo que estábamos desperdiciando. Hace unos años empezamos a corregir esa falancia y es importante la consolidación del nuevo camino, en sintoní­a con el resto de América del Sur», concluyeron.

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