Alarma social

Un juzgado declara nulo el cierre de Naval Gijón

Uno de los exponentes de que la voluntad polí­tica dominante es que España se convierta en un paí­s de «ladrillo y servicios» ya caigan lo chuzos de punta, a pesar de que la salida a la crisis exija a gritos un modelo productivo, se ha dado en Asturias.

El único sindicato que rechazó el acuerdo que sentenciaba a su cierre al Astillero Naval Gijón, la CSI (Corriente Sindical de Izquierda), fue "deliberadamente excluida" de las negociaciones que osibilitaron la aprobación de los expedientes de regulación de empleo para la plantilla y el cese de actividad al 31 de mayo próximo. Este hecho ha sido reconocido por un juzgado asturiano, que condena a Naval Gijón, a la Consejería de Industria de Asturias, al ente Pymar (Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión) y a los sindicatos UGT y CCOO a indemnizar con 30.050 euros a la CSI. La sentencia reconoce que se vulneró el derecho a la libertad sindical. ¿Los propios UGT y CCOO vulnerando la libertad sindical? ¿Cómo es posible?La razón hay que encontrarla en los motivos que les movieron a excluir al CSI. El ente Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión y Naval Gijón habían acordado el cierre de la factoría con fecha del 31 de diciembre del año pasado, pero la imposibilidad de entregar el último barco en fecha y la movilización de los trabajadores retrasaron la decisión. El 5 de diciembre pasado las federaciones del metal de los sindicatos UGT Y CCOO, Pymnar y la dirección del astillero cerraron un acuerdo para la apertura de un expediente de regulación de empleo (ERE) para toda la plantilla con indemnizaciones de entre 45 y 60 días por año, que fueron aprobados por la Consejería de Industria y Empleo.¿Por qué lo rechazaba este otro sindicato? la Corriente Sindical de Izquierda considera que el cierre del astillero forma parte de una operación de "especulación urbanística" en los terrenos que ocupa en primera línea de costa, a pocos metros de la Playa de Poniente y de instalaciones turísticas, como el Acuario y el Centro de Talasoterapia. Los grandes “pelotazos” que han venido eliminando el tejido productivo español a cambio de reconvertir los paisajes industriales en zonas de recreo para los jubilados de los países productivos del Norte no han desaparecido. Es más, ahora son un ejemplo sangrante de que las necesidades del país para salir de la crisis no están en la agenda ni del poder político ni de los sindicatos mayoritarios.

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