Diez años de Foros21

Un instrumento de libertad

Hace diez años, en lo que Antonio López llamó «un auténtico pesebre», nació el Ateneo Madrid XXI. Sobre un par de palés, que hací­an de escenario, Mario Benedetti ofrecí­a una lectura de sus poemas, con el local hasta la bandera, inaugurando así­ lo que después serí­a una red de ateneos en toda España. Más de 500 actos con lo mejor de la cultura de nuestro paí­s y del mundo hispano sentaron las bases de un proyecto popular e independiente. Recogiendo la tradición de la Residencia de Estudiantes y La Barraca de Garcí­a Lorca, los Ateneos XXI han concentrado en sus locales vanguardia, tradición y pensamiento popular.

Poco después nació la revista Foros21. Primero con vocación de ser el altavoz de los ateneos, y después, con el tiempo, de ser un referente para la difusión cultural y científica, el debate y la investigación en nuestro país. Más de 300 entrevistas nos avalan, más de dos mil artículos que han contribuido, año tras año, a abrir el camino a multitud de alternativas y formas de pensar independientes que hemos podido también conocer desde estas páginas.

Hoy nos felicitamos por encontrar, en diferentes ámbitos, muchas iniciativas y proyectos que conectan con esa misma línea que entonces parecía transitar en solitario. Lo que hace diez años eran debates en torno a una cena, hoy ya son algunos proyectos en marcha.

Necesitamos emisoras de radio, canales de televisión, productoras, editoriales… necesitamos medios de comunicación independientes que compitan por ofrecer lo más avanzado del pensamiento y un cauce de expresión para la ingente cantidad de energía e iniciativas que existen entre nuestra gente. «Un torrente de libertad que históricamente ha sido el verdadero motor de la cultura y la ciencia.»

Debemos, al mismo tiempo, ser conscientes de los principales problemas a los que nos enfrentamos, y no permitir, como nos decía Benito Zambrano, que se haga de la cultura algo inofensivo. Por eso cada paso debe también servir a la mejora de nuestras condiciones de vida, a la ampliación de nuestra democracia y la defensa de la soberanía nacional, para hacer de España un referente de paz y progreso a nivel mundial.

Algunas de las primeras líneas que en estas páginas publicamos decían así: “los estrechos límites impuestos, de manera cada vez más dominante, a las actividades culturales, las convierten en una mercancía más, en un objeto de consumo rápido y perecedero, que culminan en la aceptación acrítica de la realidad, en la reproducción permanente de las relaciones que valoran a las personas y las cosas por el mero interés contante del beneficio”. Hay que “recuperar la cultura como instrumento de libertad y no de castración de la conciencia”

Diez años después podemos aprender del camino recorrido y abrir nuevos senderos por los que transitar. Por eso pretendemos iniciar un nuevo período de conquistas. Una nueva etapa que se refleje en el contenido y en las formas. Una nueva etapa que, como hasta ahora, solo será posible con el apoyo de socios y suscritos.

Volviendo a aquella primera editorial y a aquel primer acto con el pintor Antonio López: “hemos de reconocer que somos una minucia comparados con el arte antiguo. Entonces el arte no lo hacía un hombre, sino todo un pueblo. ¿Y quién puede competir con eso?”


 

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