Cargando...En el mes de Febrero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, condenó a la Generalitat a pagar un total de 67, 9 millones de euros de los cuales 26.754.050 euros serán en concepto de intereses por demora por los pagos de la Consellería de Sanidad. Esta es una situación que además de ser vergonzosa, está repercutiendo negativamente en la capacidad de atención del sistema sanitario ya que con el dinero que costaran los intereses se podría construir un hospital de 120 camas o diez centros sanitarios de tamaño medio.
Esta condena viene motivada or las denuncias interpuestas por empresas que trabajan para el servicio sanitario, como por ejemplo empresas de servicios y limpieza, laboratorios, y también otras que han realizado trabajos de construcción o reforma de los centros sanitarios. El total de las facturas por las que se tomó esta resolución judicial ascendía a 41.206.386 de euros, algunas de las cuales están impagadas desde 2004. Es también destacable que dentro de este paquete de deudas hay también 29 facturas que la Consellería se ha estado resistiendo a pagar que corresponden a un servicio tan vital como la hemodiálisis ambulatoria que ascienden a 42.487 euros, además se le debe la cantidad más elevada a un laboratorio, al que aun no se le han pagado facturas por valor de 10.785.804 euros.Esta es una situación que se viene repitiendo durante los últimos diez años, en los que la Generalitat está pagando intereses de demora por impago de facturas básicas. Esta gestión está siendo enormemente perjudicial para al servicio sanitario ya que con los intereses que se llevan pagando todos estos años, ¿cuantos de los servicios que se llevan demandando durante años y que no llegan por falta de fondos, podrían estar ya en marca? Además parece que ha sido aceptado como un sistema de funcionamiento permanente por la Consellería, y que no se ha puesto ningún medio para evitarlo, no se puede permitir que se gestione con semejante irresponsabilidad el dinero que los Valencianos, invertimos en nuestra propia salud, especial mente en una coyuntura como la de la actual crisis en la que es fundamental gestionar los recursos de manera eficiente haciendo lo posible por dar incluso más servicio, sin aumentar los costes.