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Empezamos a ver en los hechos en qué va a consistir el «cambio de ritmo» anunciado por Zapatero, la vía a más rápida para seguir trasvasando rentas a la banca. Un Decreto Ley para constituir el fondo de rescate de la banca dotado, para empezar, con 90.000 millones de euros, de los cuales, entre el 75 y el 80 por ciento serán aportados por emisión de deuda del Tesoro y el resto de los tres fondos de garantía de depósitos, el de los bancos, cajas de ahorros y cooperativas. Al mismo tiempo Zapatero anunciaba una líea de avales del ICO de 3.000 millones para que los ayuntamientos pagaran sus deudas con las pymes. En definitiva, 90.000 millones para la banca, 3.000 para las pymes.
La nueva ministra Elena Salgado tiene ya sobre la mesa el borrador del Decreto ara la constitución del Fondo de Reordenación Bancaria (FROP) preparado por el Banco de España para su aprobación y puesta en marcha inminente, ya que por esta vía ni siquiera tiene que pasar por el Congreso. Con este paso el gobierno se propone acelerar el proceso de concentración de capital actuando sobre las entidades financieras con graves problemas o en quiebra. El Banco de España intervendría con el Fondo para inyectar dinero público es esas entidades que pueden acabar, una vez recapitalizadas, absorbidas por alguna de las cajas o bancos más fuertes o directamente liquidadas y sus activos, bienes y sus participaciones industriales subastadas. Sabemos lo que nos costó el plan de rescate aplicado bajo Solbes (250.000 millones de euros), pero nadie ha puesto todavía límite a cuanto nos va a costar el nuevo plan de la nueva ministra de Economía con un “ritmo” más acelerado de intervención. Nadie cree que los 90.000 millones iniciales sean suficientes; sobre todo si tenemos en cuenta que sólo la quiebra de Caja Castilla-La Mancha se puede llevar 9.000 millones, y que el montante de la deuda que bancos y cajas tienen que pagar a sus prestamistas extranjeros supera los 150.000 millones de euros entre este año y el que viene. Así que ya se habla de otros 200.000 millones de euros. Ahora un ¡“decretazo” de 90.000 millones! Para empezar, ¿pero cuántos vendrán detrás? La vía del “decretazo” abierta por el gobierno es una camino para disponer estas medidas es una grave amenaza para los intereses populares, ya que sólo puede servir a seguir entregando decenas y cientos de miles de millones al sistema financiero (que al final acaba concentrados en las manos de los banqueros más multimillonarios) mientras se racanean los recursos para la pymes, los sectores nacionales productivos, las familias, los parados, las pensiones…