Cargando...Seis sacerdotes jesuitas, cinco de ellos españoles, el ama de llaves y su hija, fueron asesinados impunemente hace 20 años. Sin embargo las pruebas, imputados y responsables están claros desde el primer momento.
Hay 14 ex militares salvadoreños imlicados pero la impunidad sobre este caso -al igual que sobre la desaparición de 7 mil personas- se extiende como una mancha. El sacerdote Ignacio Ellacuría fue estrecho colaborador de Monseñor Romero, asesinado unos años antes. Se puso en la diana de los asesinos por las denuncias contra los paramilitares y la ultraderecha en El Salvador. La mayoría de los militares retirados acusados son hoy prósperos empresarios, dignos jubilados o beneficiarios del patrimonio obtenido durante la guerra. Pero cada Pinochet tiene detrás su Kissinger. Los ejecutores de Ellacuría no actuaron por su cuenta. El grupo élite del Ejército autor de la matanza fue entrenado oficiales de la CIA. Sería una absoluta ingenuidad pensar que las órdenes no provenían también de la agencia de inteligencia norteamericana. Este crimen está siendo procesado en la Audiencia Nacional española ante los obstáculos de la justicia de El Salvador y bajo el principio de la jurisdicción universal de los crímenes a la humanidad.