Un relator de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Palestina denunció este jueves que un barco armado israelí confiscó un buque cargado de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza, donde la población es víctima de «un cruel bloqueo», que le impide el acceso a alimentos, agua y otras provisiones indispensables para la vida.
«Esta acción israelí comlementa su cruel bloqueo a la totalidad de la población palestina de Gaza, en violación del artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra que prohíbe cualquier forma de castigo colectivo a las personas bloqueadas», señaló el relator de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Richard Falk. La nave con ayuda humanitaria había sido previamente inspeccionada, antes de partir del puerto donde estaba anclada en Chipre.Estaba abordada por 21 personas, quienes fueron arrestadas, mantenidas en cautiverio y acusadas de entrar ilegalmente a Israel, cuando que el barco no se dirigía a ese país, según un comunicado enviado por el sistema de las Naciones Unidas. En la nave viajaban, entre otras, la Premio Nobel de la Paz irlandesa, Mairead Maguire.»El continuo bloqueo bajo estas condiciones no sólo constituye una violación de las Convenciones de Ginebra, sino también un continuo crimen contra la humanidad», afirmó Falk.Detalló que el bloqueo israelí restringe la entrada de productos básicos para la supervivencia como comida, medicinas y combustible. También evita el ingreso de materiales que permitirían la reconstrucción de las viviendas y infraestructuras destruidas por los ataques israelíes a la franja de Gaza en diciembre y enero pasados, según detalló el relator.Desde el 27 de diciembre hasta el 16 de enero de este año, el ejército israelí ejecutó una de las más violentas acciones bélicas contra Palestina, en una operación denominada Plomo Fundido, que causó la muerte de mil 600 personas y otras cinco mil resultaron heridas. Recientemente Amnistía Internacional (AI) publicó un informe que destaca «violaciones a leyes humanitarias internacionales», ocurridas durante la citada ofensiva militar israelí contra la franja de Gaza.Cientos de miles de toneladas de suministros para los palestinos de Gaza se están pudriendo en ciudades de la provincia egipcia Sinaí Norte, pese a que la Organización de las Naciones Unidas reclamó que se autorice el pasaje de mercancías al territorio arrasado por el último ataque israelí. Alimentos, medicamentos, sábanas, comida para bebes y otros suministros para los 1,5 millones de residentes del territorio palestino de Gaza, enviados por gobiernos y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo, se almacenan en depósitos, aparcamientos, estadios y aeropuertos de esta provincia. El último Informe de Situación de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), señala que «la cantidad y el tipo de suministros enviados a Gaza siguen sujetos a restricciones imprevisibles y azarosas que crean grandes problemas logísticos a las organizaciones» encargadas de su distribución. En este momento, la asistencia humanitaria que llega a Egipto debe pasar por los cruces comerciales entre este país e Israel, Al Auja o Kerem Abu Sellem, y queda sujeta a las disposiciones de ambos estados y de las leyes de importación israelíes. Gran parte de los productos almacenados en esta zona, desde lentejas, pasta, garbanzos y jugos, fueron considerados por Israel como «no esenciales» para la vida. Las autoridades israelíes rechazaron 2.000 «canastas familiares», con suministros básicos donados por la organización no gubernamental italiana Música para la Paz, en el cruce de Al Auja, dijo su presidente, Stefano Robera, porque contenían un frasco de miel. Representantes de organizaciones internacionales que se encuentran en Al Arish y en Rafah aseguran que no pasa nada por los cruces fronterizos de Egipto, pese a que el gobierno aseguró que el segundo cruce permanecería abierto por «razones humanitarias». Para impedir «una mayor miseria cada día que pasa» y «permitir a la gente reconstruir sus vidas», el CIRC apela a que «sean levantadas las restricciones de movimiento y mercancías». Este informe de la Cruz Roja se divulga después de que un rosario de otras organizaciones humanitarias acusara a Israel de practicar un «castigo colectivo» contra la población de la franja Palestina.