SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Un capitalismo malo para salvar el bueno

Si la crisis, como dijo Jean-Claude Trichet, es sistémica, ¿qué hacemos perdiendo el tiempo en rescatar este o aquel banco? ¡Rescatemos el sistema entero, a lo grande, y así acabamos de una vez y nos ahorramos un sobresalto cada semana!Miren el caso de Dexia, el banco francobelga que agonizaba. Los gobiernos de Bélgica y Francia han acordado auxiliar a la entidad, y para que salga adelante han decidido crear un “banco malo” (parece una redundancia, pero no), una entidad paralela donde “aislar las actividades y elementos que puedan pesar sobre las actividades bancarias de Dexia”, en palabras del primer ministro belga. Es decir, un contenedor para encerrar los llamados “activos tóxicos”, toda la basura financiera que nadie quiere y que se acabarán comiendo los ciudadanos franceses y belgas, pues el banco malo sólo podrá existir con la garantía del dinero público.

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