Ciencia

Un ave fénix en el reino vegetal

Tras el incendio de 2007 que arrasó 18.000 hectáreas de la isla de Gran Canaria, esta especie ha comenzado a reverdecer la isla.

Estamos hablando de una esecie que ha evolucionado durante millones de años y que ha sobrevivido a los millares de incendios del Terciario provocados por las tormentas, y que le han permitido ser capaz de reverdecer la misma zona quemada donde se encontraba. Gorgonio Díaz, coordinador de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, explica que las características de esta especie que la hacen especialmente resistente al fuego son una corteza de hasta 8 centímetros de espesor, mucho más gruesa que en otras especies de coníferas; la capacidad de dispersar los piñones en el momento que se abre la piña con el calor, gracias a un apéndice que permite su dispersión a largas distancias; y la permanencia de células vivas en la madera que en caso de no ser afectadas pueden dar lugar al crecimiento de brotes verdes. Aún tratándose de una especie de origen mediterráneo, las especies existentes en Europa se extinguieron con los cambios climáticos hace cinco millones de años, pero ya había colonizado las islas Canarias y en islas de la Macaronesia (Azores, Canarias, Madeira y Cabo Verde), quizá por la dispersión de sus semillas por las aves, y quizá se haya vuelto más resistente al fuego por las erupciones volcánicas. No obstante, en el incendio de 2007 hubo muchos ejemplares de pino canario que se destruyeron debido a las catas que se realizaron en la base de sus troncos para medir la calidad de la madera. Otro gran perjudicado de este incendio fue el pinzón azul, una especie cuyo hábitat es precisamente este árbol y su alimento, sus piñones. Antes del incendio estaban registradas más de 200 aves de esta especie, por lo cual se catalogaron en “peligro crítico” en el Libro Rojo de las Aves de España. Posteriormente, quedaron reducidas a poco más de cien, y en caso de producirse un nuevo incendio, podrían desaparecer.

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