Cataluña "abre la veda" del copago en sanidad

Un atraco a nuestra salud

La aprobación por parte del gobierno catalán de la tasa de un euro por receta ha «abierto la veda» para la implantación del copago sanitario en España. Toda una ofensiva mediática y polí­tica pretende hacernos creer que «hemos gastado demasiado dinero», y que ese «derroche» hace «insostenible» la sanidad pública si no asumimos «pequeños sacrificios». ¿Pero realmente «hemos gastado demasiado dinero en sanidad» o demasiado poco?

¿Qué supondrá el copago?A partir de junio, los catalanes deberán pagar un euro adicional por cada receta que les dispense el médico. Supondrá para cada ciudadano catalán un gasto medio adicional de 61 euros anuales.

Pero el sentido político de esta media es el de haber abierto el melón del copago sanitario en España.A raíz de la decisión del gobierno catalán, una catarata de declaraciones perfectamente estudiadas nos amenaza con hacer extensivo a toda España lo que ahora empieza a aplicarse en Cataluña.

Rajoy ha declarado que “si me pregunta a mí, personalmente yo no soy partidario del copago en la sanidad”. La misma fórmula que utilizó para negar que fuera a subir los impuestos… para luego hacer exactamente lo contario. «Lo que hay que hacer no es recortar, sino incrementar el gasto público en sanidad, hasta equipararlo con la media europea.»

La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha declarado que “es necesario buscar mecanismos para la sostenibilidad de la sanidad pública”, añadiendo que “no descarta ninguna fórmula” y que “el copago se estudiaría si lo proponen las comunidades”.

Y, por su parte, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, ya ha propuesto la aplicación de un “copago farmacéutico”, donde se pagaría más por los medicamentos en función de la renta.

Varias son las fórmulas, pero uno solo el objetivo: implantar el copago, dinamitar la gratuidad de la sanidad pública.

Y ese –por muy “suaves” que puedan ser las fórmulas empleadas en un principio- es un camino extremadamente peligroso.

En Portugal, una vista al médico de familia cuesta cinco euros, una consulta con un especialista diez euros, la hospitalización de urgencias veinte euros, que pueden llegar hasta los cincuenta euros según las pruebas diagnósticas necesarias.

En Italia visitar a un especialista cuesta 36 euros, y realizarse un análisis de sangre implica pagar 46 euros.Esto es el copago sanitario. ¿Se imaginan los resultados de su aplicación en España? ¿Cuántas familias con dificultades para llegar a fin de mes, decidirán no ir a visitar al especialista, o no hacerse el análisis que necesitan, ante la perspectiva de tener que pagar 20, 30 ó 50 euros?

¿Cuál será el impacto de estas medidas en la salud de las clases populares, que dependen exclusivamente de una sanidad pública hasta ahora completamente gratuita?

¿Demasiado… o demasiado poco?Nos repiten que es necesario pasar a pagar un poco para poder sostener la sanidad. Que hemos “gastado demasiado” durante años, y ahora toca apretarse el cinturón.

¿Pero es eso verdad? Lo números demuestran exactamente lo contrario. No gastamos “demasiado” en sanidad, sino demasiado poco.La realidad es que, por habitante, España gasta en sanidad un 74,1% de la media europea.

¿Entonces, deberíamos gastar menos en sanidad… o mucho más?

El caso más sangrante es Cataluña, que ha alcanzado el 117% del PIB per cápita medio de la UE-15, y sin embargo su gasto sanitario por persona es sólo el 79,7% de la media europea.

Y encima, el gobierno catalán se dedica a aplicarnos el copago, cerrar ambulatorios o eliminar camas en los hospitales… para “reducir el déficit”.

En el conjunto de España, las comunidades autónomas prevén gastar este año un 6% menos de media en la salud de cada habitante. Lo que sumado a los recortes ya aplicados en 2011, arroja un descenso del gasto sanitario del 10%.

Esto quiere decir que va a gastarse de media este año 1.210,95 euros por persona, frente a los 1.288,58 de 2011 y los 1.343,95 de 2010.

Cifras muy alejadas de los 1.631 euros de media de gasto sanitario por habitante en la UE.

¿Gastamos “demasiado” en sanidad y ahora toca pagar… o gastamos demasiado poco?

Lo que hay que hacer no es recortar, sino incrementar el gasto público en sanidad, hasta equipararlo con la media europea.

¿Y de donde sacamos el dinero? ¿De imponer el copago a los millones de usuarios de la sanidad pública?

No. Podemos empezar por los 200.000 millones de avales públicos a la banca que el gobierno de Rajoy ha comprometido en la prórroga de los presupuestos. Por acabar con los privilegios fiscales de bancos y monopolios, que sólo pagan un tercio de los impuestos que les corresponden. O por eliminar los regalos a las sicavs, que permiten a las grandes fortunas pagar a Hacienda sólo un 1% de sus fabulosos beneficios.

Este dinero, que ahora se está regalando a los bancos, monopolios y grandes fortunas, es el que debe garantizar la “sostenibilidad” de la sanidad.

¿O es que acaso pretenden que recortemos nuestra salud para que ellos sigan manteniendo sus privilegios?

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