Madrid. Operación Chamartí­n

Un aperitivo en La Castellana

A las campañas contra la especulación urbaní­stica en La Castellana se suman las aspiraciones de seiscientas familias de recuperar los terrenos que en su momento fueron expropiados para construir la estación de Chamartí­n.

La Audiencia Nacional ha denegado la devolución de los terrenos en su momento exropiados para construir la estación de Chamartín y que ahora son objeto de una multimillonaria operación inmobiliaria La Sala de lo Contencioso-Administrativo ha fallado contra el recurso interpuesto en 2002 por la asociación de reversionistas contra la decisión del Ministerio de Fomento a de no devolverles los terrenos. Esta asociación, que representa a las 600 familias propietarias del terreno en el momento de su expropiación en los años 40, basan su derecho a que ha cambiado el uso de la expropiación, ante la previsión de que en la zona se levanten 16.000 viviendas en el marco del llamado Plan Chamartín. La Audiencia Nacional concluye que no está acreditado que los terrenos vayan a ser usados para otro fin que el que justificó la expropiación.¿Dónde están los terrenos de la operación Chamartín?Son más de tres millones de metros cuadrados (312 hectáreas) en el suelo que ocupan las vías de Renfe entre la estación de Chamartín y Fuencarral-El Pardo. Adif-Renfe venderá las 200 hectáreas que posee (el terreno restante pertenece al Ayuntamiento, la Comunidad y terratenientes privados) e invertirá las plusvalías que genere esta operación en infraestructuras ferroviarias, carreteras y en fomentar la construcción de vivienda protegida2¿Qué van a construir en el área?Se soterrarán las vías y la estación para liberar suelo y levantar rascacielos de oficinas, 2.000 viviendas protegidas y carreteras para descongestionar la zona, como el nudo norte de la M-30.Por otro lado, hace escasamente un mes, una de las paradas del “especulatour”, una ruta organizada por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y por Ecologistas en Acción por los puntos de mayor especulación urbanística, se produjo en las cuatro torres que se están levantando en La Castellana, en lo que era antes era la Ciudad Deportiva del Real Madrid. La denuncia principal de los organizadores era que el cambio de uso de estos terrenos va a tener pocos beneficios para los madrileños y, en cambio, múltiples y enormes beneficios para la empresa ACS de la Banca March y Florentino Pérez, en lo que, por otro lado, supone un aperitivo de la “operación Chamartín” y un gran negocio para el BBVA. Dicha operación supondrá la construcción de 12 nuevos rascacielos en suelo público. Una muestra más de cómo España está en manos de la banca y las constructoras, y el estado a su servicio.

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