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Cuando muchos querían darlo por muerto y enterrado, el 15-M ha demostrado estar más vivo que nunca al cumplir su primer aniversario.
Desde el pasado 12-M, una explosión de vitalidad, energía y lucha ha vuelto a adueñarse de las calles y plazas de más de 80 ciudades españolas, traspasando una vez más nuestras fronteras y haciéndose presente en otros 50 países de todo el planeta. No podemos por más que felicitar al movimiento, y felicitarnos, por este éxito extraordinario.
Cumpliendo con creces las expectativas que anunció su nacimiento, el primer aniversario del 15-M ha vuelto a poner sobre la mesa la existencia del enorme caudal de energía revolucionaria que existe entre amplísimos sectores sociales, entre los que unas jóvenes generaciones condenadas a un futuro depauperado e incierto juegan un papel destacadísimo. «No podemos por más que felicitar al 15-M, y felicitarnos, por este éxito extraordinario»
Sectores que cada vez que salen a la calle manifiestan sus aspiraciones y su voluntad de ruptura con un sistema y un régimen político que condena al 90% de la población a sufrir inmisericordes ataques a sus intereses más vitales. Sectores que, como hemos podido comprobar en las movilizaciones del aniversario, se adhieren rápidamente a las consignas antihegemonistas lanzadas por nuestro partido, uniéndose con entusiasmo a colocar a Washington y Berlín, junto a la oligarquía financiera española, en el blanco de la lucha.
Y que, por eso mismo, constituye a día de hoy la punta de lanza más valiosa y afilada de la lucha popular. La que reúne mejores condiciones para hacer más daño al proyecto de nuestros enemigos. A condición de que persistan en el camino trazado hace ahora exactamente un año y superen los errores y deficiencias que impiden llevar la lucha todavía más lejos y más rápido.
Que, por otra parte, son el fruto inevitable de la debilidad y fragilidad que acompaña a todo lo que acaba de nacer. Porque pese a su esplendorosa potencia, amplitud y radicalidad, a lo que nace siempre le cuesta crecer, mientras que lo que perece siempre se resiste a morir.
15-M: feliz primer aniversario.