Perfil de Tzipi Livni

Tzipi Livni ¿la «Obama israelí­»?

¿Qué pensarí­an ustedes si descubrieran que Obama entró en polí­tica de la mano… del Ku Klux Klan?. Pues Tzipi Livni, a la que la prensa de Tel Aviv ha bautizado como «la Obama israelí­», y considerada como una «pacifista de centro», fue promovida a las élites polí­ticas del Estado de Israel por… Ariel Sharon.

Tzii Livni fue de hecho uno de los principales apoyos de Sharon cuando éste decidió escindirse del Likud y formar un nuevo partido, el Kadima, considerado hoy una formación centrista que aglutina a los elementos más moderados del Likud. Livni procede de una familia ultranacionalista, una casta histórica de los círculos más intransigentes del sionismo. Sus padres fueron miembros de la organización paramilitar y ultraderechista Irgun Zvai Leumi, que combatió con métodos terroristas a los británicos primero y a los árabes después. No hay nada extraño en que con 22 años pidiera el ingreso en el Mossad, los temidos y mortíferos servicios secretos israelíes, que tan importante papel cumplió en la Guerra Fría. Livni perteneció a una unidad de élite y realizó misiones sensibles en París, en una época en que la capital francesa era el escenario de una guerra subterránea y a muerte entre sicarios de las dos superpotencias.Años después, Livni decidió meterse en la arena política en las filas del derechista partido Likud. Su carrera como diputada no terminaba de despegar, hasta la llegada a la jefatura del partido del carnicero de Sabra y Chatila, Ariel Sharon, el histórico halcón de la derecha israelí,. El ascenso de Sharon al gobierno israelí en 2000, en paralelo con la llegada de Bush a la Casa Blanca supuso la voladura por los aires de los Acuerdos de Oslo y la sentencia de muerte al Proceso de Paz, al incendiarlo todo con la visita de Sharon –bestia negra para los palestinos- a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén. Bajo el ala protectora del halcón, Tzipi fue por fin catapultada a los centros de decisión, encargándose de varias carteras ministeriales. La ministra Livni defendió entonces -al igual que el hoy presidente Ehud Olmert, entonces numero dos del gabinete- algunas de las ideas estrella del Gobierno de Sharon. Ideas como que “el mayor crecimiento demográfico de la población palestina amenaza el carácter eminentemente judío del Estado de Israel”, y en consecuencia la necesidad de mantener rigurosamente separada y aislada a la población palestina, convirtiendo los territorios ocupados en gigantescos ghettos alambrados. A algunos sorprende todavía que un ultranacionalista como Sharon –y con el Livni- se atrevieran con el Plan de Desconexión a abandonar la idea sacrosanta del sionismo: el Eretz Israel, el Gran Israel bíblico, que exigía la colonización y anexión de Cisjordania, Jerusalén Oriental todos los territorios ocupados. Las líneas maestras de la política de Sharon estaban escritas en Washington. Y Livni, como su mentor, aprendió hace mucho quien maneja las entrañas del Estado de Israel, quién es gendarme de quién en Oriente Medio.Algunos confunden sus deseos con la realidad. Y Tzipi, al igual que Barack, será muchas cosas pero no una outsider.

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