Medioambiente

Turismo Radioactivo

De «demencial» ha calificado el alcalde del Valle de Tobalina, Rafael González, la propuesta del Gobierno de construir un Parador de Turismo en el entorno de Garoña. Aunque el Ejecutivo ha hablado también de un polí­gono industrial de firmas de I+D, al no existir un plan que integre la reconversión económica de la zona, la reacción del alcalde socialista ha venido en sintoní­a con la burla que supone la propuesta. Una alternativa, la de Zapatero, más propia del último número de El Jueves:

“¡Haga turismo radioactivo!. Visite los atractivos desiertos burgaleses y llévese un mono de Hommer Simson de recuerdo… ¿ha pensado en aumentar el tamaño de sus lunares? ¿lleva tiempo deseando un miembro extra?, no lo dude, venga al Parador Garoña, donde el paisaje iluminará sus recuerdos: jakuzi con agua pesada, spa atómico, medidor Geiger en cada habitación… unas instalaciones ecológicas desde las que contribuimos al ahorro energético; noches sin electricidad en las que disfrutará de todas las comodidades – ¡nuestros camareros brillan! -. Venga y ¡páseselo bomba!… una parte de Garoña permanecerá con usted para siempre” El Gobierno ha apostado por apurar los plazos en la línea en la que viene actuando con la crisis, por ejemplo– despistar hasta que la casa se nos cae encima -. Pero no para evitar la resolución del problema, sino para poner otra en marcha por la puerta de atrás. En este caso, Zapatero intenta manejarse entre la industria nuclear y los grupos ecologistas, lo que significa que nada ha de cambiar en el modelo que viene desarrollándose hasta ahora. En los hechos no es de esperar que Zapatero ponga en marcha un plan general de desmantelamiento progresivo de las centrales. Si lo hiciera sin una alternativa energética independiente sería un suicidio, y si no lo hace pero tampoco lanza “carnaza” anti-nuclear, puede perder el apoyo o, cuanto mínimo, la contención de hostilidades, por parte de algunos sectores de la izquierda. Así el Gobierno ha integrado rápidamente el argumento de Greenpeace y Ecologistas en Acción que defienden el propio proceso de desmantelamiento de la central como fuente de empleo durante una década. Alternativa que no deja de estar en la línea del Plan E o del Parador Nacional: “pan para hoy y hambre para mañana” Aunque la seguridad de Garoña no está puesta en cuestión, ni la de la zona, un cierto grado de cachondeo puede arrojarse para digerir propuestas que suenan a mofa, para los trabajadores de Garoña, para los habitantes de la comarca de Las Merindades y para los 250 firmantes que exigían el cierre de la central con una alternativa energética de conjunto. Por lo demás, la comarca de Las Merindades es un excelente destino para el turismo rural, con una mezcla de paisaje cantábrico y mediterráneo perfecto para visitar este verano en ruta. Muy recomendable visitar la Ermita de San Bernabé.

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