Murcia, los impuestos más caros de España

Tras el ladrillo, afán recaudatorio

La ciudad por ejemplo tiene el IBI (impuesto de bienes e inmuebles) un 20 % más caro que Madrid, capital de España y más todaví­a que Zaragoza sede de la EXPO el año pasado.

También tiene de los uestos más caros en la tasa de actividades económicas y en las plusvalías (impuesto sobre terreno urbano) es más cara Murcia que Valencia que es la tercera ciudad del país. Además tenemos el agua más cara de España y uno de los transporte públicos también que más ha subido de precio en los últimos precios. Los impuestos han subido incesantemente desde que comenzó la crisis, cosa que no es exclusivo de Murcia ciudad. Por ejemplo en la vecina Cartagena el IBI se subió un 4,5 % basándose en unas previsiones de inflación que al final no se cumplieron sino que se dieron a la baja. Eso si solo se lo subieron a los pequeños negocios y a las familias, porque a las multinacionales instaladas en la ciudad portuaria se lo rebajaron un millón y medio de euros. También se multiplicaron el año pasado las multas. Mejor dicho se reinventaron, debido al nivel que alcanzó el asunto. Se empezaron a poner multas a los que paseaban su perro sin correa en el jardín. Estabas paseando con tu perro como otras decenas de personas que hacían lo mismo y aparecía un policía local de paisano y te ponía treinta euros de multa. Se llegaron a anunciar plataformas en contra. En Murcia no había casi zonas para perros. Más tarde se empezó con las multas a los ciclistas. La gente en Murcia va en bici por la acera porque no hay carril bici. Te llamaba un señor para preguntarte algo y de repente zas, una muta de sesenta euros. Ahora quieren poner un decálogo que entre otras cosas maca una velocidad máxima de diez km/h, cosa que servirá para poner más multas, ¿Qué ciclista urbano sabe si va a diez o a doce km/h? Es una evidencia, las administraciones locales antes bién nutridas por los impuestos derivados de la construcción se alimentan ahora del impuesto masivo al ciudadano y las multas por doquier. Impuestos en el agua, IBI más caro que en Madrid, multas por el perro. Es como cuando un programa de televisión planteo que las multas de tráfico habían recaudado X millones y que este año podría incrementarse otro tanto por ciento. Por eso iban a intensificar la vigilancia por helicóptero. Lo peor de todo es que este expolio ciudadano a través de multas e impuestos desde todas las administraciones del Estado no signifique ningún plan estratégico en creación de empleo. A lo más que se ha llegado es a levantar aceras en toda España y remodelar plazas, a más obra pública, para crear trescientos mil empleos que serán temporales. Absolutamente nada de producción de energía, plan hidrológico nacional o mejora de comunicaciones. Esta desmesurada subida de impuestos y multaje se corresponde a un estado que empieza a carecer de fondos para mantener su propia maquinaría burocrática y que carece por completo de un plan para salir de la crisis desarrollando industria, economía productiva, riqueza y empleo

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