El FMI y el BM la "revolución verde" ahora en África, la "biodependencia".

Transgénicos el negocio redondo imperialista.

«Si controlas el petróleo controlas las naciones, si controlas los alimentos controlas los pueblos» Henry Kissinger, Premio Nobel para la Paz en 1973. Con esta simple y letal filosofí­a, se comenzó la red de medidas y recursos que hacen que el hambre y la pobreza resulten unos verdaderos éxitos para el imperialismo.

Las multinacionales que reresentan al imperialismo han producido verdaderos desastres humanos y ambientales. En una posición ventajosa para incrementar la explotación del resto del mundo, se consolidó así una dominación económica controlada por una pequeña élite.Una de las industrias más rentables, que se presenta como solución al problema del hambre en el mundo, es la industria de los agronegocios. En su presentación como “beneficiaria de la humanidad” y contribuyendo al “desarrollo”, los agronegocios esconden las actividades más siniestras, más peligrosas para toda la humanidad. Una estrategia de una élite corporativa para controlar la seguridad alimenticia del mundo, el presente y el futuro de la vida sobre el planeta, en beneficio exclusivo del imperialismo.La llamada “Revolución Verde” fue un proyecto Rockefeller que comenzó en México y se expande por casi toda Latinoamérica y luego Asia, en especial a India, como estrategia para controlar la producción de alimentos fundamentales en países claves del Tercer Mundo -siempre en el nombre de la eficiencia del supuesto “mercado de libre empresa”.A través de la Revolución Verde las Fundaciones Rockefeller y Ford trabajan mano a mano con al Banco Mundial la USAID y la CIA en objetivos específicos en el mundo. La denominaron “agronegocios” para diferenciarse del tradicional cultivo sostenido por campesinos que es milenario.La compañía Monsantos es proveedora de semillas transgénicas y exige no sólo un precio por licencia tecnológica sino que la semilla comprada no se vuelva a usar al año siguiente sin pagar derechos de patente. Se trata de una nueva servidumbre en la agricultura.Monsanto, DuPont, Dow Chemical y otras gigantes corporaciones de la química y la agricultura han usado el poder político y militar americano para, controlando patentes de semillas, controlar el cultivo de alimentos del mundo, y aparte de las semillas incluye muchos alimentos, leche, cerdos… y los productos químicos provistos por la misma compañía: Monsanto.

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