Una nueva oleada de indignación y rechazo recorre España. Si antes fue contra la reforma de las pensiones, la rebaja de los salarios, la subida de impuestos y los recortes sociales, ahora un nuevo ataque dictado desde el exterior, la imposición de una reforma constitucional para convertir el saqueo del país en ley, ha provocado un rechazo general de la inmensa mayoría de la población. Indignación no sólo contra una reforma que ataca la línea de flotación de la soberanía nacional y secuestra la soberanía popular para imponer nuevos ajustes draconianos; sino también contra una clase política sometida y sumisa a las exigencias de Obama y Merkel, dispuesta a arramblar con todo, pensiones, salarios, rentas… y hasta con el modelo constitucional salido de la transición para cumplir con el dictak imperial.
La oleada de rechazo al acto de Zapatero y Rajoy para la reforma exprés de la Constitución, en quince días, en vacaciones –como hacía Franco- y sin referéndum, está cuajando en una rebelión cada vez más amplia que aísla a los dirigentes y políticos del bipartidismo, PSOE y PP, dispuestos a ejecutar los planes impuestos desde Washington y Berlín. Una rebelión que ya se ha puesto en marcha desde múltiples sectores: el Movimiento 15-M, las redes sociales de Internet, colectivos sociales y los sindicatos, profesionales y personalidades, partidos políticos como el nuestro, UCE, UPyD, partidos verdes y ecologistas, IU, Coalición Canaria o el BNG, hasta diputados y cuadros del propio PSOE.Una rebelión ciudadana cuya expresión más evidente está en las redes sociales de Internet y la respuesta inmediata del Movimiento 15-M y colectivos afines como Democracia Real Ya, Juventud Sin Futuro o las asambleas de barrios y pueblos que han convocado las primeras manifestaciones. Miles de ciudadanos ya han comenzado a manifestarse en decenas de ciudades y pueblos de todos los rincones de España, desde Madrid a Barcelona, Santiago de Compostela o Jerez, San Sebastián, Valencia, Logroño, Cáceres, Murcia, Zaragoza, Almería o Santa Cruz de Tenerife. En Internet la iniciativa promovida por el catedrático Vicenç Navarro exigiendo un referéndum contra la reforma recogía más de 45.000 firmas en sólo 24 horas, y habrá superado las 100.000 cuando se lea este artículo. Los sindicatos: aprender del 15-M Tanto CCOO como UGT han manifestado su “firme rechazo” a la reforma de la Constitución para introducir “la exigencia de Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy de constitucionalizar el déficit cero de loas cuentas públicas”, lo que puede ser la puntilla definitiva a lo que queda del llamado “Estado del binenestar”, anuncian medidas de movilización y su coordinación con otras organizaciones sociales para que “los trabajadores y la ciudadanía española puedan expresar su rechazo” y en todo caso exigir un referéndum.Sin embargo, la cúpula dirigente de los dos sindicatos mayoritarios sigue muy por detrás del nivel de respuesta que tanto la indignación generalizada entre los trabajadores como la gravedad de la situación exige. Mientras los movimientos ciudadanos ya han realizado las primeras manifestaciones, un viejo y burocratizado aparato sindical apenas se mueve frente al ataque exprés contra la soberanía nacional y las condiciones de vida del pueblo trabajador. Los sindicatos no sólo tienen que apoyar y unirse a las movilizaciones ciudadanas, sino hacerlo ¡ya!, rápidamente, y llevar la movilización a las fábricas y centros de trabajo. Los dirigentes sindicales de base, delegados y afiliados activos no tienen que esperar a un aparato lento y burocratizado sino aprender del 15-M y convocar asambleas de trabajadores en los centros, en los polígonos, en los pueblos… PSOE: ¿fidelidad a Zapatero-Rubalcaba y al aparato o fidelidad a sus bases de afiliados y votantes? El desasosiego por la reforma constitucional de Zapatero se ha instalado en las filas del PSOE, como dice un anónimo miembro de la Ejecutiva socialista en El País: “Me crea desasosiego tener que apoyar esta reforma”. Desde eurodiputados y ex dirigentes como Joseph Borrel y López Aguilar, a Diputados del Congreso como Antonio Gutiérrez (ex secretario de CCOO), Pérez Tapias y Manuel De la Rocha de la corriente Izquierda Socialista. Desde barones regionales como Tomás Gómez de Madrid o Guillermo Fernández Vara, ex presidente de Extremadura, a dirigentes y militantes de base de las organizaciones de Izquierda Socialista en Asturias o Ezquerra Socialista de Catalunya. Son múltiples los sectores del propio partido socialista que cuestionan esta reforma de la Constitución y en todo caso defienden que se sometiera a Referéndum.Ese es sin duda el sentir general de las bases de afiliados y votantes socialistas. Como ha reconocido el ex presidente extremeño Fernández Vara: “la mayoría social está en contra de una reforma constitucional que no se somete ni a referéndum, y yo el primero”. El problema es la consecuencia. ¿Se van a plegar a las exigencias del aparato de ZP-Rubalca y Blanco o van a ser fieles a los intereses nacionales y el verdadero sentir de las bases socialistas? Una cosa está clara, si ellos no son capaces de transformar su “desasosiego” en encabezar una auténtica rebelión dentro del PSOE, serán las bases quienes se alejen cada vez más y sigan pasando factura en las elecciones. Articular el rechazo en un frente amplio. No al golpe constitucional. Nadie duda que la inmensa mayoría de la población –incluidos la mayoría de los votantes de PSOE y PP- se opone a esta reforma y a la forma franquista de llevarla adelante (de urgencia, en vacaciones y sin referéndum). Sin embargo, quienes la proponen tienen enormes aparatos y medios de comunicación a su servicio para imponerla, con ellos pretenden impedir cualquier reacción sin dar tiempo para que se organice, confundir y engañar a la población tratando de hacernos creer que no hay otra salida si queremos salir de la crisis.Nuestra fuerza nace directamente del rechazo del 90% de la población a los ataques del hegemonismo para imponernos drásticos ajustes y el saqueo de nuestro país. Pero necesitamos transformar ese rechazo y la rebelión en una fuerza capaz de detener sus ataques. Y eso pasa por articular el rechazo en un frente amplio contra esta reforma de la Constitución.Un frente amplio que se oponga a costitucionalizar el saqueo hegemonista y a los ataques a la soberanía nacional y a la soberanía popular. En definitiva que se oponga a la degradación de nuestro país.Un frente amplio de todos los ciudadanos, profesionales y personalidades, movimientos como el 15-M o Democracia Real Ya, asociaciones sociales, redes sociales de Internet, sindicatos y partidos dispuestos a no dejar pasar este ataque con el que pretenden apuntillarnos.Un frente amplio que aísle a las cúpulas de la clase política sometida y sumisa a los planes del hegemonismo.Un frente amplio de rechazo práctico, articulado en base a apoyar todas las movilizaciones (como las del 15-M o sindicales) o iniciativas (como la recogida de firmas por Internet) como si fueran convocatorias unitarias de todas las fuerzas del rechazo.Un frente amplio con un objetivo claro: si ahora lo aprueban con disciplina de voto la revocaremos por referéndum popular. ¡Sí podemos! Depende de nosotros.