Mientras los trabajadores de Cegasa, de pilas, en Vitoria, ven cómo el ERE planteado para la fábrica pone en cuestión los puestos de trabajo de 217 de 359 trabajadores, la Diputación aprueba una inyección de 32 millones de euros destinados a obras en pequeños pueblos.
El abandono or parte de Zapatero y las tragaderas de Diputaciones y Ayuntamientos de sectores productivos del tejido industrial, nos ponen en una situación peligrosa en la crisis. Invirtiendo en obras que deben estar finalizadas el 31 de diciembre, y si no es así perderían la sudbención. Estos 32 millones de euros vienen del plan foral, que se sumaría a los 54 millones de euros del plan anticrisis que el Gobierno a destinado a Alava. Una inversión que si se dirigiera a sectores productivos en una comunidad como Euskadi que cuenta con gran tejido industrial, fortalecería la riqueza y el empleo productivo a largo plazo. Sin embargo las obras urbanas dejarán las calles preciosas pero crearán un puñadito de puestos de trabajo que finalizarán con las obras. Es pan para hoy y hambre para mañana, una inversión millonaria en el sector del ladrillo que tan tocado de muerte ha quedado tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. Un plan anticrisis basado en el modelo ladrillo que tantos quebraderos de cabeza nos ha traído con la crisis, y que nos ha llevado de cabeza a ella, sin embargo el Gobierno sigue usando el mismo modelo para, segúñ el, sacarnos de la crisis que arrecia.Mientras se preparan para comenzar las obras, el ERE Cegasa avanza. Se ha conseguido que de momento se plantee de forma temporal hasta final de año, pero este tipo de expedientes de regulación deja al trabajador con el subsidio de desempleo consumido y sin saber si al final mantendrá su puesto de trabajo. Una situación de desamparo y olvido que deja a los trabajadores en una situación crítica. Es necesario la inversión en economía productiva, en sacar a delante cantidad de fábricas viables de nuestro país, para que la crisis no se salde a costa de los trabajadores. Con planes de viabilidad que cambien horas de trabajo en acciones de la empresa que se redistribuyan entre los trabajadores para que en esta crisis no paguemos los trabajadores para que Botín sigua ganando.