Corresponsalí­a Asturias

Trabajadoras de Konecta, un paso adelante

La lucha de los trabajadores de la emresa dedicada a nuevas tecnologías y telecomunicaciones de Konecta, ha dado fruto. El despido de 82 trabajadores, en su mayoría mujeres fue el motivo de una huelga que fue secundada por toda la plantilla, se llamó a las puertas de todas las fuerzas políticas que en su gran mayoría mostraron su apoyo, y la unidad de toda la plantilla ha estado presente en toda la lucha, que seguro no está zanjada aún. Frente a la falta de trabajo, motivo que presentaba la empresa para la ejecución de los despidos, la plantilla exigía la creación de una bolsa de trabajo que contara con los despidos para una próxima contratación cuando la carga de trabajo fuera suficiente, y señalaba la subvención que se cuenta en medio millón de euros que Konecta recibió en 2004 al instalarse en el Principado. Hoy la lucha de estas trabajadoras da como fruto un primer avance. El director general de Konecta, Miguel Fernández Robledo, ha adquirido el compromiso de incorporar a sus oficinas de Avilés a los 82 despedidos el pasado día 10 de junio, declarando “tenemos el firme compromiso de dar prioridad a los despedidos en los procesos de incorporación, siempre y cuando el perfil y la experiencia profesional requeridos para los nuevos servicios estén alineados con los de los trabajadores afectados” remitiendo el contenido en un escrito que la Alcaldesa Pilar Varela, remitió a la plantilla de Konecta, junto con la propuesta al Principado de primar las contrataciones de servicios de nuevas tecnologías a las empresas instaladas en Asturias. A pesar de todo hay que señalar que en el escrito no figura la bolsa de trabajo que las trabajadoras pedían, de manera que la exigencia de la contratación debe ser en firme y vigilada muy de cerca, ya que el propio escrito presenta diferentes mecanismos por los cuales eludir la responsabilidad de contratación pudiendo alegar que no se da el perfil o que no se está en concordancia con los puestos solicitados. Hay que unir que la exigencia debe ser férrea, ya que si se priman las empresas instaladas en el Principado debe ser para que esto revierta directamente en la contratación de personal, lo que no puede ser es que se favorezca una vez más a esta empresa para después comprobar que no les tiembla la mano para despedir a media plantilla. Si esa es la voluntad política del Principado, debe ser con contratas por escrito con objetivos de contratación en cada uno de ellos, de forma que el volumen de trabajo proporcionado deba traducirse en puestos de trabajo directos.

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