Arte

«Topón» de guante blanco

En los ultimos años han proliferado enormemente las subastas por Internet. Como en un movimiento de apertura de un mercado hasta ahora restringido, el de los bienes arqueológicos y obras de arte, las pujas circulan generando un fenómeno nuevo y contradictorio: «las copias originales». Ni la actividad de los «toperos» – así­ se les llama a los ladrones de antigüedades y piezas arqueológicas – ha sido nunca un problema frente a los grandes expoliadores, ni ahora parece que vayan a popularizar su clientela.

Entre agosto y setiembre del 2006 la revista British Archaeology denunció la existencia de 3.500 piezas arqueológicas adquiridas ilegalmente que se ofrecían en e-Bay, el popular sitio web de subastas. Aunque, al mismo tiempo, se han llegado a detectar más de trres mil operaciones ilegales con patrimonio cultural gracias a la colaboración de los administradores del portal. La dimensión del problema llevó en el 2008 a que la Interpol denunciara en el 7º Simposio Internacional sobre Robo y Tráfico Ilegal de Obras de Arte y Antigüedades, el aumento de esta acticidad en la red y el saque de yacimientos arqueológicos. Walter Alva, ex director del Museo Brünning de Perú afirma que el país ha sufrido más robos en los últimos 50 años que en los cuatro siglos anteriores. De hecho una gran parte del robo de piezas arqueológicas procedentes del Tercer Mundo, especialmente de África, y en manos de los países de capitalismo desarrollado, provienen de ultraje sufrido por los descubrimientos más recientes. El comercio global de obras de arte robadas genera más de 10.000 millones de euros anuales. Interpol reconoce más de160.000 obras desaparecidasen las últimas décadas, entre las que se encuentran: 562 de Picasso, 356 de Miró, 231 de Dalí, 174 de Rembrandt, 159 de Warhol y 108 de Matisse. También existen documentos de mediados de los años 60’s que hablan de más de 3.150 pinturas que habían abandonado España de manera irregular – 67Velázquez, 102 Zurbarán, 185 Murillo y 300 Goya -. “La Familia de la Virgen”, de Zurbarán, salió a subasta en Londres atribuido al taller del artista extremeño y no al propio pintor, Juan Abelló – vice presidente de Sacyr Vallehermoso – lo adquirió por un precio ridículo. El lienzo viajó, en su momento hasta América oculta en los faldones de un obispo.Ejemplos de restitución los hay, como el obelisco de Aksum robado por las tropas fascistas italianas a Etiopía, en 1937, que ha sido devuelto recientemente, o las más de 300 piezas arqueológicas de Machu Picchu, restituidas por la universidad norteamericana de Yale a Perú, su legítimo dueño, después de haberle sido arrebatadas, a principios del siglo pasado. Pero volviendo a Internet. Según los expertos más del 50% de las obras y piezas a subasta en la red son falsificaciones. Es un fenómeno que está devaluando mucho el robo “menor”. Cada vez que se habla de expolio, se habla de los “toperos”, pero no de sus clientes. Cuando se habla de sus clientes, o es excepcionalmente, como en el caso de las cabezas de bronce chinas, o es para opinar en un “debate controvertido”. La realidad es que el arte sigue siendo un distintivo de clase. Como es el caso del propio Juan Abelló, que ha llegado a acumular una fastuosa colección. Un auténtico “topón” de guante blanco.

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