Nueva estrategia militar USA

Todo se juega en Asia-Pací­fico

El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, afirmó esta pasada semana que Washington aumentará la presencia de sus tropas, concentrará el 60% de sus buques de guerra y situará armamento de alta tecnologí­a en paí­ses aliados de Asia-Pací­fico para elevar su capacidad militar en la región.

“Que nadie se confunda, Estados Unidos reequilibra y aumenta su capacidad militar en esta región vital de forma firme, deliberada y sostenible”, dijo Panetta en la conferencia asiática de seguridad celebrada en Singapur. El plan de ampliar la presencia militar estará completado en 2020 y su principal objetivo es la proyección de la fuerza estadounidense en la región.

El plan del Pentágono consiste en mantener los seis portaaviones que actualmente patrullan la región de Asía-Pacífico, pero añadiéndoles como fuerza de apoyo hasta el 60% de sus 282 cruceros, destructores y buques de combate. Asimismo incluye reforzar sus actuales alianzas militares con Japón, Corea del Sur y Australia. Y expandir los acuerdos de cooperación suscritos con los países del sudeste de Asia, sobre todo Filipinas, Tailandia y Singapur, para equiparlos con armamento y equipos de alta tecnología.

La sede logística de esta nueva estrategia estará situada en Guam, en el Pacifico Occidental, la isla que EEUU arrebató a España en 1898. Desde ella se dirigirán las maniobras militares y las visitas de sus buques que aumentarán en número y tamaño, a pesar de que ya en 2011 las tropas norteamericanas participaron en 172 maniobras militares conjuntas con 24 países de la región Asia-Pacífico.La estrategia de “volver a Asia”El anuncio de Panetta se inscribe en la estrategia planteada por Obama y Hillary Clinton de “volver a Asia”, es decir, de rediseñar la estrategia militar global de EEUU, reduciendo tropas y presencia militar en otras partes del mundo (incluida Europa) para concentrarse en Asia, la región vital en la que se juega el mantenimiento de su hegemonía y en la que se dirige a contrarrestar la supremacía de China, que emerge no solo como motor económico sino como principal potencia militar.

El aumento del despliegue del potencial naval de EEUU se une al nuevo concepto militar, el ‘Air Sea Battle’ (Batalla Aire-Mar), anunciado por el Pentágono el pasado año.

Nuevo concepto que supone la acción coordinada de la Fuerza Aérea, la US Navy y los Marines para destruir armas chinas “incluyendo armas anti-satélite y cibernéticas, submarinos, aviones con tecnología ‘stealth’ (indetectables por radar) y misiles de largo alcance capaces de impactar los portaaviones”. Y del que un alto funcionario de la administración Obama definió recientemente de la siguiente manera: “Air Sea Battle es para China lo que la estrategia marítima fue para la Unión Soviética”.

Hace sólo unos días, Obama justificó la debilidad de la economía norteamericana en las sombras que la crisis de euro estaba proyectando sobre ella. Pero la intervención de Panetta ha puesto las cosas en su sitio: es el continuo incremento del gigantesco aparato militar que necesita para mantener su hegemonía el auténtico agujero negro que devora no sólo a la economía norteamericana, sino la de todos los países que están bajo su órbita de control.

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