Salud

Test de Depresión: Lacan vs Prozac

Recientemente se ha hecho público la elaboración de un test digital para prevenir la depresión. Con el nombre PREDICT – siglas de su extenso nombre en ingles – y abalado por prestigiosas revistas cientí­ficas, se ha presentado como herramienta imprescindible para prevenir una enfermedad que afecta al 16% de la población mundial. Pero ¿cómo puede circular un método de prevención de algo de lo que ni si quiera se conoce con certeza su origen?

El test, que ya uede ser consultado en Internet, identifica 11 factores predictores extraídos de pruebas realizadas a 1.100 pacientes de entre 18 y 75 años en siete países diferentes – Reino Unido, España, Portugal, Países Bajos, Eslovenia, Estonia y Chile -. Basándose en el cómputo de resultados se ha elaborado un cuestionario que según las respuestas ofrece una puntuación y una clasificación de riesgo. Aunque no es el primero ni el único elaborado – test de Hamilton, test de Goldberg, la Escala de Zung… – los interrogantes y el enfrentamiento de criterios es el mismo: Medicación – Psicoterapia – Psicoanálisis. En lo que hace referencia a la farmacología suelen recetarse cinco tipos de medicamentos diferentes, y su aplicación, que se combina con tratamiento psicoterapéutico, se basa o bien en la existencia de cambios o alteraciones químicas que producen los estados depresivos, o sencillamente en su papel como complemento a la terapia. En estudios recientes incluso se relaciona la depresión con cambios genéticos en la composición química del cuerpo que implican un desequilibrio en los neurotransmisores – seratonina y norepinefrina -. Un elemento de contraposición con el psicoanálisis se localiza en la relación entre tratar aquello de lo que el individuo es consciente y tratar aquello de lo que no – la manifestación o el origen -. La psicoterapia actúa sobre factores que el individuo conoce o aprende, el psicoanálisis no, necesariamente. Salvando las críticas de esoterismo que en clave de descalificación se hacen a la teoría de Freud, el psicoanálisis no clasifica los síntomas del “deprimido”, comprende el mecanismo – el duelo o la aflicción, es decir, el anhelo de algo perdido – para buscar el origen – una pérdida en la vida “instintiva” del propio sujeto -. Como plantea la psicoanalista María Vilma – Association Lacanienne Internationale – en un trabajo sobre el tema, Jacques Lacan calificó la depresión no como un trastorno psicopatológico, sino como una falla moral – "cobardía moral" -, “por el abandono de la defensa del propio deseo, falta ética que el lenguaje corriente expresa con una claridad meridiana. ¿Acaso no se dice para denotar un aire deprimido que se está bajo de moral?”. También en una conferencia el pasado octubre, Vicente Palomera – miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis – afirmaba que “cuanto más se medicaliza la depresión, más se transforma en una epidemia”, defendiendo la posición psicoanalítica: “se trata pues de interesar al sujeto por lo que no sabe y que se puede cernir con la palabra”.En definitiva, o estamos ante una epidemia que afecta a una sexta parte de la población mundial, o se han empaquetado como síntomas las diferentes formas en las que los individuos se enfrentan – o huyen – a contradicciones estructurales – sociales, personales, del momento o de su pasado -. Tratar los síntomas o ir a la raíz. De cualquier manera, hay más de 20 “test depresión” disponibles en Internet y aunque no sea representativo de todos ellos, ¿cómo puede diagnosticarse una depresión preguntando si "piensa usted que su cuerpo está mal y podrido por dentro"?… esto sí que es una falla moral

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