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Desde abril de 2013 Tenneco planea los cierres en Gijón y Ermua en España (además de recortes en sus fábricas de Bélgica y República Checa), con la mentira de que tiene exceso de capacidad de producción en Europa. Sin embargo toda la maquinaria existente en las fábricas españolas quieren transportarla a Polonia y Rusia.
Desde que Tenneco anunció en septiembre de 2013 el cierre de la planta de Gijón, los trabajadores no han parado ni un solo día de luchar utilizando todas las formas a su alcance y llegando a viajar en autobuses hasta Bruselas en busca de apoyo. La lucha en el terreno judicial les llevó a recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que anuló el ERE y ordenó se impidiera el desmontaje de la maquinaria y su traslado.
El Tribunal obliga a readmitir a los trabajadores y abonarles las nóminas. Argumenta que Tenneco ha cometido “fraude de ley”, porque inició el ERE “con la firme e inquebrantable voluntad de no alterar las (sus) pretensiones…, con el menor coste posible, lo que implica una ausencia de buena fe en el deber negociador, que impone el Estatuto de los Trabajadores”, ya que Tenneco tenía previsto cerrar la planta de Gijón a primeros de 2013. La decisión tan arbitraria de Tenneco, la justeza de las reivindicaciones de los trabajadores y la justa decisión de los jueces han obligado a todos los partidos en el parlamento asturiano a respaldar a los trabajadores. Así lo expresó el representante de UPyD: la multinacional estadounidense “no tenía razones de fondo, ni técnicas, ni de producción, ni organizativas, ni económicas que amparasen el atropello que supone parar una planta rentable”.» El futuro sigue siendo incierto, la reforma laboral permite que las multinacionales con beneficios se puedan marchar con el único objetivo de engordarlos»
La sentencia no es el final, es una batalla. El futuro de los trabajadores sigue siendo incierto a causa de la reforma laboral que permite a las multinacionales con beneficios se puedan marchar con el único objetivo de engordarlos. Se ha ganado tiempo y se podría obligar a Tenneco a pagar mucho dinero si continúa con el cierre pero pagando cuarenta y cinco días por año de servicio sin posibilidad de recurso.
Que los jueces hayan tenido la valentía de ser justos tiene una importancia significativa en un momento en el que el FMI está presionando a los jueces españoles para que tengan manga ancha con los despidos.
Como Jueces para la Democracia ha denunciado, mediante su portavoz, el FMI “se cree Dios” y pretende que los jueces españoles avalen los despidos producto de la reforma laboral, pero ningún magistrado español tiene entre sus deberes “el de seguir los dictados de ningún organismo económico internacional, por muy poderoso que sea”. Que cunda el ejemplo.