Cumbre del Alba en Venezuela

Tener una sola voz

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, expresó este martes, a su llegada a Venezuela para participar en la VI Cumbre de La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que esta iniciativa permite a los paí­ses del continente ir a un ritmo más rápido y con más voluntad a la integración sudamericana.

«Este ha sido uno de lo esacios más agresivos y con más voluntad, con mayor celeridad de construir una América unida. No podemos ir al ritmo del más lento, de aquellos que no quieren integración, sino de aquellos que si quieren integración, porque Ecuador quiere la integración latinoamericana», explicó a su llegada a la base área Libertador, ubicada en la ciudad de Maracay (Aragua) en el centro de Venezuela, donde fue recibido por el gobernador del estado, Rafael Isea.Dijo que con el ALBA se construye un sueño de «tener una sola voz» e hizo referencia a la resolución del pasado 3 de junio en la que la Organización de Estados Americanos (OEA) derogó, sin condiciones, la expulsión de Cuba de esa organización que se mantení­a desde el año de 1962 gracias a la propuesta que hicieron los paí­ses del ALBA en la 39 º Asamblea General.»Fue una posición conjunta que logró contribuir a esa resolución. Sólo con esa ventaja, tener un grupo de paí­ses decididos a levantar su voz, a defender los intereses de la región, a defender nuestros pueblos con energí­a a construir un nuevo orden internacional, es suficiente», expresó.Para Correa, la Unión de Naciones Suramericanas (Uunasur), en construcción, debe dar paso a la creación del Banco del Sur y de un Fondo de Reservas regional. Tampoco descarta ir a una integración monetaria, que parte de una unidad de cuenta común como paso previo a la creación del «Sucre», nombre de la antigua moneda ecuatoriana que desapareció en 2000, cuando el gobierno de Ecuador adoptó el dólar.Se consolida asimismo la tendencia de izquierda a favor de la integración latinoamericana, la ampliación y diversificación de las relaciones socio-económicas con las naciones del sur. Con esta cumbre continúa fortaleciéndose el frente antihegemonista latinoamericano. Un frente que busca liberarse de tantas décadas de intervencionismo del imperialismo y su doctrina Monroe.La Doctrina Monroe, considerada como la piedra angular de la polí­tica estadounidense hacia América Latina desde la década de 1820, ha transformado EEUU de una potencia regional a una superpotencia mundial, mientras América Latina se ha convertido en el patio trasero de EEUU y campo base para mantener su dominio en el mundo.

Deja una respuesta