Televisión

¿Televisión contra la crisis?

La televisión es un medio cambiante, con productos casi efí­meros, obligado por sus propias caracterí­sticas a dar respuestas inmediatas a cada situación concreta, aunque la respuesta en cuestión sea de dudosa efectividad. En este sentido varias cadenas se han puesto manos a la obra y estrenan simultáneamente programas motivados por la crisis económica, dirigidos a atraer a la audiencia más preocupada o afectada por sus consecuencias. Pero como suele ser habitual en televisión, hay que saber separar el grano de la paja, y en alguno de estos casos lo único que se pretende es aprovechar la preocupación de los ciudadanos para «hacer caja» de distintas maneras. De entre las variadas propuestas seleccionamos dos con lí­neas completamente divergentes.

De entre todos los rogramas que aparecen ahora en la parrilla, quizá la apuesta de Cuatro sea la más interesante, y también la pionera en este sentido. El programa Ajuste de cuentas adaptó hace algo más de un año el formato de “teaching” –programas en los que un profesional visita una familia para intentar cambiar hábitos perjudiciales, véase Supernanny o Ponte Verde-. En este caso era un diplomado en gestión de empresas, Vicens Castellano, el que se dedicaba a modificar la mala gestión económica de familias con problemas, para ayudarles a salir de ellos. Un programa que no gozaba de una aceptación masiva de la audiencia, pero que sin embargo se mantenía en antena con un público fiel, motivado por la utilidad didáctica del “invento”. La evolución de los ejemplos tratados ha ido a mejor, acercándose poco a poco a realidades con las que la mayoría del público se pueda sentir más identificado. En la primera temporada, el espacio se centró en prestar ayuda a personas que despilfarraban sus ingresos y a padres con "hijos parásitos" que no se iban nunca de casa, mientras que en la segunda prestó asesoramiento a personas que se quedaban en el paro. Sin embargo, en la serie de programas que empieza hoy, el equipo de asesores de Ajuste de cuentas, se tendrá que enfrentar a situaciones mucho más dramáticas. Hipotecas y créditos impagados, embargos, ficheros de morosos, deudas de hasta 900.000 euros o síntomas de depresión forman parte del día a día de las seis familias españolas en las que se centra la nueva temporada del espacio. Por otro lado, la cadena del Grupo Planeta, Antena 3, deja de lado por completo la función didáctica o de sensibilización. Su apuesta parte únicamente de aprovechar la situación de crisis para llamar la atención de la audiencia y motivarla a hacer compras a precios de “ganga”, de los que ellos se llevarán una buena parte. A finales de este mes se estrena La gran oportunidad, un nuevo formato que se aprovecha de las ofertas generadas por la crisis para beneficiar, teóricamente, tanto a vendedores como a compradores. El espacio pondrá al alcance de los telespectadores pisos, coches, viajes o electrodomésticos con descuentos de entre el 30% y el 50%. Eso si, todo gestionado por la cadena, y tramitado a través de los famosos sms que dificultaran la transparencia en las transacciones, llenando de paso las arcas de la cadena. Un programa para superar la crisis, sí, para que Antena 3 supere su propia crisis a costa del dinero de los espectadores. Dos propuestas completamente diferentes, que demuestran una vez más los derroteros tan variados que pueden tomar los magnates de la pequeña pantalla a la hora de dar respuesta a realidades cotidianas.

Deja una respuesta