Artur Mas elimina las corrientes no soberanistas de CiU

«Te has equivocado de partido»

Artur Mas ha elegido al catedrático Ramón Tremosa como cabeza de lista a las próximas elecciones europeas por Convergí¨ncia i Unió (CiU). El actual europarlamentario convergente, que ha ido en las anteriores elecciones europeas como cabeza de lista y como tal lleva actuando toda la legislatura en Bruselas, Ignasi Guardans, ha tomado la decisión como algo que incoherente y que daña su trabajo

No crítica a su sucesor. Pero en unas declaraciones valora que: “La decisión de Artur Mas es legítima, ero ha sido tomada de cara a la realidad política catalana. Porque la cuestión de la elección de Tremosa está en el mensaje que se quiere dar de aproximación a Esquerra Republicana de Catalunya. Hay un sector importante de Convergència que cree que el futuro del partido pasa por formar una mayoría nacionalista muy próxima al independentismo”.La línea dominante de Artur Mas en Convergència i Unió (CiU) es expresión del nacionalismo obligatorio y excluyente que busca el debilitamiento político y económico de España. Un nacionalismo, que detrás de sus políticas permanentes de disgregación y aparentes deseos de independencia, esconde la dependencia de alguna potencia europea que quiere mantener a España dividida y débil. Los nacionalistas excluyentes en Cataluña, y en otras regiones españolas, son “grandes gibraltareños”.El eurodiputado de CiU, Ignasi Guardans, en esas mismas declaraciones critica la deriva de la federación catalanista: “Mi reflexión es política, no personal: la cuestión de hacia dónde va el partido plantea interrogantes importantes que crean desconcierto. Lo que está claro es que la Casa Grande del Catalanismo propugnada por Artur Mas no da cabida a todos. Es una casa en la que, para que entren unos, tienen que salir otros. No sé si será una casa tan grande cuando yo no quepo en ella”, admite Guardans.De hecho, él mismo nos da una clave para entender su sustitución después de estar sólo una legislatura, cuando lo normal es aprovechar la experiencia adquirida, por lo menos, otra legislatura más. Explica que hace un tiempo, su jefe de filas le preguntó qué votaría si se planteara la independencia en un referéndum. “Le dije que votaría no. Él me dijo que votaría sí y que me preguntara si no me había equivocado de partido. Lo cierto es que durante estos cinco años no tuve ni una sola divergencia en cuanto a contenido de mis actuaciones en el Parlamento europeo. Ni críticas. Ni reproche alguno”.

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