Los disturbios polí­ticos ensombrece la perspectiva del paí­s

Tailandia después del estallido

Una estimación publicada el 8 de abril por el Centro de Pronóstico Económico y Comercio de la Universidad de la Cámara de Comercio de Tailandia indicó que la economí­a tailandesa se podrí­a contraer entre un 5 y 6 por ciento este año, si es que la actual crisis polí­tica aumenta, como ha ocurrido hasta ahora.

Desués de que la confrontación terminara, y luego que los lí­deres de los manifestantes antigubernamentales se rindieran al mediodí­a del martes después de 20 dí­as de manifestaciones, la tranquilidad regresó a Bangkok.La población ya respira con alivio y empieza a evaluar cómo esta crisis podrí­a ensombrecer el futuro de Tailandia.En la ciudad todaví­a se sienten los ecos de los disparos. El humo de los neumáticos y los autobuses quemados apenas se ha dispersado. Y el Festival Songkran, fiesta tradicional tailandesa que cae entre el 13 y 15 de abril, terminó con muy pocas celebraciones. El atractivo de Bangkok para los turistas de todo el mundo se encuentra opacado.Según el presidente del Consejo de Turismo de Tailandia, Kongkrit Hirunkit, las manifestaciones del movimiento de «camisetas rojas» podrí­an bajar el ingreso del turismo este año en al menos 30 por ciento.Al sector turí­stico le tomó entre seis y nueve meses recuperarse de la ocupación del aeropuerto de Suvarnabhumi el año pasado por parte de manifestantes del partido de oposición Alianza del Pueblo para Democracia (PAD, siglas en inglés), señaló Hirunkit. Luego del impacto del sabotaje de los «camisetas rojas» a las cumbre de la ASEAN y los posteriores conflictos con las fuerzas de seguridad y residentes, los cuales dejaron 121 heridos y dos muertos, el golpe para la economí­a no será menor.El sector del turismo, que produce alrededor de 540 mil millones de bahts (15,4 millones de dólares) cada año, podrí­a perder hasta 200 mil millones de bahts este año debido al movimiento de «camisetas rojas». Más de dos millones de personas en la industria de turismo se verán afectadas.Una estimación publicada el 8 de abril por el Centro de Pronóstico Económico y Comercio de la Universidad de la Cámara de Comercio de Tailandia indicó que la economí­a tailandesa se podrí­a contraer entre un 5 y 6 por ciento este año, si es que la actual crisis polí­tica aumenta, como ha ocurrido hasta ahora.Bangkok vio por 20 dí­as manifestaciones antigubernamentales encabezadas por el Frente Unido para la Democracia contra la Dictadura (UDD), o conocidos como «camisetas rojas». El 8 de abril, un dí­a bautizado por sus lí­deres como «Dí­a D», aproximadamente 100.000 seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra tomaron parte en las manifestaciones masivas, para exigir que el primer ministro Abhisit Vejjajiva y tres miembros del Consejo privado del Rey renunciarán.Luego del rechazo de Abhisit, los manifestantes irrumpieron el 10 de abril en las instalaciones de las cumbres de la ASEAN en la ciudad de Pattaya, lo que provocó un impacto a nivel mundial.Cuando Abhisit declaró la anulación de las cumbres y los lí­deres asiáticos fueron evacuados con helicópteros, un medio tailandés señaló que «esto costará más que la cara de Abhisit».A pesar de que los conflictos se habí­an calmado y que el gobierno tailandés casi habí­a «alcanzado la misión de recuperar la ley y orden en el paí­s», la credibilidad por celebrar y salvaguardar una convención internacional en Tailandia fue debilitada, lo cual podrí­a tomar tiempo recuperar.También, las prolongadas protestas del UDD, conjunto con el cerco de los aeropuertos internacionales por el PAD el año pasado, disminuyeron la confianza del pueblo en el futuro polí­tico de Tailandia.Por lo demás, en la crisis polí­tica y social que enfrenta Tailandia convergen, además de factores particulares que la hacen especialmente explosiva, otros elementos que proliferan por todo el orbe y que merman las perspectivas de estabilización, como la pobreza y la injusticia social. De tal forma, las recientes expresiones de descontento pueden interpretarse como un rechazo de los sectores menos favorecidos de ese paí­s hacia una clase polí­tica asociada con la monarquí­a, el ejército y los estamentos privilegiados de la sociedadLos paí­ses asiáticos están aguantando el severo impacto de la crisis financiera global. Según el Banco de Desarrollo Asiático, la tasa del crecimiento de paí­ses asiáticos en desarrollo en 2009 podrí­a sufrir una reducción del 50 por ciento. Bajo las circunstancias, la 14ª Cumbre de la ASEAN y cumbres vinculadas, que estaban programadas para el 10 de abril, eran de particular importancia.China y la ASEAN tení­an inicialmente planeado firmar un acuerdo de inversión en la cumbre. El acuerdo, si se firma, junto con un tratado de 2004 de productos y un acuerdo de 2007 de servicios, cumplirá formalmente con el proceso de negociación de una Zona de Libre Comercio. Además, el Acuerdo de Libre Comercio entre la ASEAN y la India debí­a firmarse el 11 de abril. Ahora los acuerdos, así­ como otras discusiones cruciales, debieron postergarse.Como lo que dijo el primer ministro malayo, Najib Tun Razak, el aplazamiento de las cumbres podrí­a «demorar los beneficios de la integración para la vida y trabajo de cientos de millones de personas en el sureste de Asia».Najib afirmó en su blog que «medité con gran preocupación como los desafí­os domésticos polí­ticos como estos pueden impedir el buen trabajo de un grupo regional como la ASEAN».

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