SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Syriza alimenta a Podemos y a la estrategia de Rajoy

Syriza se ha convertido en el cometa Halley del año electoral español. Su victoriosa órbita será visible durante meses, sugiriendo catástrofes y prodigios.

La rotunda victoria electoral de los herederos del eurocomunismo griego es un mal presagio para quienes temen la acentuación de la crítica social y una mayor erosión del bipartidismo español. A los principales diarios editados en Madrid sólo les faltaba lucir ayer un crespón negro en portada. Para quienes desean cambio, novedad e impugnación del sistema vigente, Syriza es una epifanía. La señal de que un nuevo 1848 es posible. Bajo este punto de vista, el acontecimiento electoral griego sería la avanzadilla de una gran oleada popular-democrática contra el Directorio Europeo, las elites nacionales y la política de austeridad.

Para otros observadores de los prodigios del cielo, observadores quizá más tranquilos, la “experiencia Syriza” podría conducir a una interesante síntesis de afirmación democrática y realismo. Pactos y pragmatismo. Flexibilidad del dictado europeo respecto a Grecia y reformas serias en Atenas. Es una posibilidad.

Una breve anotación sobre el renacido mito de 1848. Fue el año de la ‘Primavera de los Pueblos’. Una auténtica oleada de revoluciones democráticas, favorecidas por la extensión del telégrafo y el ferrocarril, golpeó duramente al absolutismo en el marco de las convulsiones sociales de la primera revolución industrial. Con epicentro en Francia, la ola revolucionaria se extendió rápidamente a los estados de la Confederación Germánica, al imperio central de los Habsburgo, al mosaico itálico, donde llegó a proclamarse una República Romana, y a algunos territorios del imperio ruso. En España hubo un conato de rebelión liberal progresista duramente reprimido por el espadón Narváez. El 21 de febrero de 1848, Karl Marx y Friedrich Engles publicaban en Londres el Manifiesto Comunista El 26 de enero del 2015, el eurocomunista Alexis Tsipras enviaba su primer mensaje de agradecimiento a Londres. Al actor británico Hugh Laurie, conocido mundialmente por su papel en la serie televisiva Doctor House.

El presidente del Gobierno de España acogió ayer la victoria electoral de Syriza con la flema que le caracteriza. Mariano Rajoy se implicó personalmente en la campaña griega. Viajó hace dos semanas a Atenas para dar su apoyo al ahora derrotado primer ministro Antonis Samarás. Fue un gesto de amistad y, sobre todo, un mensaje a Berlín: “Estoy dispuesto a ayudar, no me dejéis solo”. Rajoy quiere consolidarse como el socio más fiable de Angela Merkel. Este ha sido uno de sus principales objetivos desde que ganó las elecciones legislativas el 20 de noviembre del 2011. Garante, garante, garante. Mensaje actualizado: “Grecia puede ser una excepción, España, no. España es demasiado grande y demasiado importante para el sistema Europa”.

No se sabe lo que ocurrirá en Grecia, pero el cometa Syriza puede acabar siendo benéfico para los demás países del sur de Europa. Tres días antes de las elecciones griegas, el Banco Central Europeo decidía la gran operación de compra de bonos. Viene el tiempo de las flexibilidades.

La victoria de Syriza alimenta claramente al nuevo partido español Podemos y ese es hoy un foco que interesa a los estrategas electorales del centroderecha. En la convención política del Partido Popular del pasado fin de semana, Podemos recibió el tratamiento de adversario preferente. Anoche en Tele 5, Rajoy colocó a Syriza y Podemos en el saco de los populismos europeos. Consigna del 2015: “O nosotros o el caos”. “O nosotros o la incierta aventura”. El PSOE no ha viajado a Atenas. Acechado por las intrigas en el interior de su partido, el secretario general Pedro Sánchez no ha querido estar presente en los tristes funerales del Pasok. Sólo le faltaba eso. La ecuación Syriza-Podemos construye la equivalencia Pasok-PSOE. El anticipo electoral en Andalucía, formalizado ayer por Susana Díaz, persigue, entre otros objetivos, conjurar el fantasma griego. Derrotar al Partido Popular antes de las municipales de mayo, frenar en seco a Podemos, cuya implantación en Andalucía aún es débil, y dejar a Izquierda Unida en la marginalidad.

Podemos catalizará el efecto griego el próximo sábado con una gran concentración en la Puerta del Sol de Madrid. Podemos vive de manera indiscutible su “momentum” y tiene ante sí un difícil reto en Andalucía. El socialismo del Sur intentará romperle las piernas.

El cometa Syriza adquiere, finalmente, una dimensión casi mística para la izquierda catalana. El momento es eucarístico. Seis o siete partidos y plataformas (ICV-EUIA, CUP, Podem, Guanyem, Procés Constituent, ERC y, de reojo, el PSC) quieren participar de la Anunciación griega. CiU, observa.

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